24/6/09

San Juan Bautista

¿Qué será de este niño?


Desde la humildad, el silencio, hemos de crecer en la conversión lenta pero decidida a la escucha de la Palabra de Dios, tanto en las sagradas Escrituras, como en el Sagrario, como en la exposición del Señor, y él, siendo nosotros humildes pero valientes para obedecer, dará testimonio a través nuestro.

“El niño crecía y su espíritu se fortalecía”. Y esto ocurre siempre que el señor nos prepara para una “misión”, para que podamos responder a la pregunta inicial. Pero, ¿Quién es ese niño? ¿Serás tú?

Todos somos elegidos, pero unos con mayor responsabilidad, y a mayor responsabilidad, cuantos más talentos son otorgados, es necesario más humildad, y fortaleza en la fe, para vivir el ahora, el ya, este instante, y luego, sin pensar más, el mañana ya llegará.

¿Qué será de este niño? ¿Cuál será la misión? ¡Que más da! Si es cosa del Señor, seguro que es lo mejor.

Y a modo muy especial, recordar como a veces, lo que no comprendemos, lo que creemos una injusticia, los caminos torcidos de Dios, nos conducen precisamente a Él.

¡Cuando Dios quiere una obra, utiliza los obstáculos como medios!

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