30/5/10

Las palabras, a veces, son insuficientes


Domingo Santa Trinidad
30-mayo-2010



Pensar, meditar o comprender algunos temas teológicos, no es tan solo difícil de asimilar, sino diría que son imposibles desde la razón.

El domingo pasado, el Espíritu Santo, llenó a los discípulos y todos los entendían muy bien. ¿Acaso habían aprendido catorce idiomas cada uno de ellos en tan solo media hora? ¡Pues qué bien! sin estudiar ni nada, sin ningún esfuerzo, cuando la realidad es bien diferente, hay que afanarse por aprender inglés, italiano, ruso, alemán y francés. Y si me sigues permitiendo la broma, incluso el argentino: ¡Ché!, ¿me comprendéis?

Bien, lo que les ocurrió a aquellos discípulos, para mi es bien sencillo, el amor, la fuerza del amor, los llenó, y no hay nadie que se pueda resistir a esta fuerza. Es el lenguaje universal.

¿Cómo comprender el misterio de la Trinidad? Pues del mismo modo, no es posible, es algo que nuestra mente no puede abarcar, pero a través del amor es muy fácil.

Dios es amor. Jesús muere por amor. Y el Espíritu por amor nos guía a la verdad plena. ¿A que es bonito? Pues es así de fácil. Pero, siempre hay un pero, cada uno de nosotros camina a un paso diferente, y ahí, a veces, ponemos nosotros y solo nosotros la dificultad. Porque creemos que mi paso es el único bueno.

Hay un modo muy sencillo llegado a este punto, mirar al Corazón Inmaculado de la Virgen María. Ella es la más trinitaria de todos. Hija de Dios, esposa de Dios y madre de Dios, o lo que es lo mismo, hija del Padre, esposa del Espíritu y Madre de nuestro Señor Jesús.

Si esto no se siente así, quizá sea por falta de amor a Dios, quizá Él, no esté ocupando el lugar preferencial en tu vida, porque hay situaciones que solo por amor se viven, y no digo comprenden... Sino que digo: se viven.

¿Vives tú...?

23/5/10

BUSCANDO LA PAZ

Domingo de Pentecostés
23 de mayo, 2010



¿Qué os puedo decir, yo, a vosotros? Me he sentado delante de este papel, con mi estilográfica, regalo de mi hermana, y me siento muy poca cosa, para decir nada. Hoy se dirá tanto y tan bonito. Perdonadme, pero no me viene nada más. Quizá lo mejor sea que os cuente, que todos los días le pido que rellene mi frasco, con sus esencias, con sus frutos.

Ante las adversidades, ante las enfermedades, ante un proyecto que me ilusiona tanto como ir a Lourdes, a Fátima, ante la tribulación, ante la tentación, ante cualquier cosa que me desestabilice. Ante todo y siempre, le pido al Espíritu Santo que se haga grande en mi, y yo, que me haga pequeño, sencillo, humilde, que sepa escuchar, y en esto último siempre hago presente a San José, al esposo de la Santísima Virgen María.

Pero además siempre le pido ayuda para leer y “ver” a través de la Sagrada Escritura. Cuando veo sus frutos, la paz, la alegría, la paciencia, la bondad, la modestia... todavía me alegro más y se que andamos juntos.

Es decir, siempre me alegro, mejor dicho, siempre hace que me alegre. Y es que la alegría es algo característico del cristiano, porque nosotros tenemos la gran esperanza, pero además, tenemos grandes “armas” con los sacramentos para reciclar este mundo que parece que se tambalea, pero que en realidad son los frutos de la indecencia, de la inmoralidad, del mal, los que están haciendo tambalear al hombre.

El hombre hoy más que nunca, y cuando digo hombre me refiero a cualquier hombre, busca la paz. Pero por ignorancia o dificultad o por influencia la busca donde no está: en el exterior. La paz, siempre está en tu interior. ¿Quieres comprobarlo?

Respira hondo, con los ojos cerrados, y di para dentro de ti:
- Ven Espíritu Santo, lléname de tu paz.

Hazlo varias veces, y guarda silencio unos minutos, no temas, es gratis, y seguro que te vas a encontrar mejor, vas a encontrar la paz, y te la van a regalar.




¡Ven, Espíritu Divino!
(Secuencia)


Ven, Espíritu Divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.


Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.


Entra hasta el fondo del alma,
divina luz y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.


Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas, infunde
calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.


Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno. a

Amén.

16/5/10

Hay que abrir la puerta del desván


Ascensión del Señor
16 de mayo, del 2010

Esta semana, hacía una pregunta para todos, algunos me habéis respondido y otros no. Quiero que veamos un detalle, yo os pedía en minutos, el tiempo de oración diario, lo que cada uno hace o puede hacer. Unos que me han respondido, me han dicho que entre 10 y 15 minutos, otros que incluyen la misa diaria me han dicho que entre 50 y 60 minutos.

Solo por tener un dato, os digo, que un día tiene 1440 minutos. Quizá la diferencia es escandalosa, es cierto, y seguro que a todos nos hace pensar mucho, a TODOS.

Pero permitirme ahondar un poquito más, y está claro, cada uno hace lo que puede, y yo no soy quién para decidir nada, pero me atrevo a reflexionar, digamos en voz alta, o quizá en voz escrita. ¿Seguro que cada uno hace lo que puede? Veamos, los de 15 minutos al día, a la semana son unos 105, seamos generosos, 150 minutos, ¡no está mal! Pasamos de 100. Pero es que, una semana tiene 10.080 minutos. Y aquí se hace más palpable la diferencia.

Hoy el Señor sube al cielo, al desván, y está cerrado con llave, y Él, no yo, nos da una copia de esta llave para estar siempre con la puerta abierta, para podernos comunicar a cualquier hora del día, poder charlar a gusto los dos, Él y yo, nosotros.

La llave no es otra, ten un poco de paciencia, me acribillas a preguntas, espera un poco, como estaba diciendo, la llave es la misma de siempre, retirarse a orar, es decir, la oración. Como suena, la ORACIÓN, y de este modo es como el Espíritu Santo se puede hacer grande en nosotros y obrar verdaderos milagros.

La oración, no es algo que nadie nos pueda dar, ni tampoco se vende, ni hay ofertas, la oración es el deseo de hacerla, la voluntad de realizarla, el poner de nuestra parte esos ratos de silencio para conectar mi corazón con su corazón; y Él, abrirá desde la otra parte la puerta del desván, y ahí, en la capilla del amor nos transformará en más humildes, en más pacientes, en más hijos.

Por eso Él nos dice, quedaos en vuestra ciudad, en vuestros hogares, en vuestras tareas, y Yo os daré la fuerza necesaria, la alegría, la sabiduría, la revelación para que viváis y transmitáis la esperanza que Yo os he enseñado, que no hay muerte, que hay Vida. ¡Por eso Él fue dándoles muchas pruebas de que estaba vivo!

Si permanecemos unidos en la oración, los sarmientos, que somos prolongaciones vivas de la vid, del tronco principal, podremos llegar a todas partes, hasta los confines del mundo. Alguien dijo: “Donde hay un cristiano, allí esta la Iglesia entera”.

Qué más os puedo decir, pues que Dios es el rey del mundo, y que reina en todas las naciones, algunos lo niegan y lo niegan, e incluso cierran la iglesia del Valle de los Caídos, pero todos, ellos y nosotros, sabemos que está. Unos lo quieren aniquilar, y otros, lo hemos de mostrar.

¿Cómo hacer esto? Pidiéndole a la maestra de la oración, la Virgen María, que nos enseñe a orar, y que su esposo San José y toda la comunión de los Santos recen por nosotros.

Santa María, enséñanos a orar. Amén.

14/5/10

Muere un sacerdote tras salvar a tres jóvenes de morir ahogados en la India




GOA, jueves 13 de mayo de 2010 (ZENIT.org).-
Un sacerdote murió este domingo al salvar a tres jóvenes de morir ahogados en la playa de Galgibaga, en la India, donde un grupo de su parroquia estaba celebrando un día de convivencia, informó la agencia Cathnewsindia.

El padre Thomas Remedios Fernandes, de 37 años, vicario de la parroquia de Jesús, María y José de la aldea de Nuvem, no dudó en tirarse al agua para socorrer a tres jóvenes que gritaban pidiendo ayuda porque se habían adentrado en el mar agitado y se encontraban en dificultad.

Logró salvar a los tres jóvenes, dos chicas y un chico de entre 17 y 19 años, pero cuando estaba poniendo a salvo al tercero de ellos, sufrió un mortal ataque al corazón.

El suceso se produjo por la tarde y conmocionó a las más de sesenta personas que participaban en la excursión, en esta playa situada a 28 kilómetros al sur de la capital del estado indio de Panaji.

El sacerdote recibió asistencia y fue trasladado al hospital, donde los médicos constataron su muerte. Los tres jóvenes rescatados fueron dados de alta tras recibir los primeros auxilios.

En la comunidad católica de Goa se vive la pérdida del sacerdote con dolor, pero también con esperanza y admiración.

“Es un pastor que ha dado la vida por sus ovejas”, se comenta, “en este Año Sacerdotal es un ejemplo y un testimonio para todos los sacerdotes”.


La alegría es premio del amor

"Dios, líbrame de los santos con cara triste, ya que un santo triste, es un triste santo".


Santa Teresa de Jesús.

13/5/10

En Fátima también he llorado de emoción



13 de Mayo 2010

Hoy, jueves que reluce más que el sol, hoy, hace unos años se celebraba la fiesta de la Ascensión del Señor Jesús al cielo. Y hoy, este mismo día la Virgen del cielo ha bajado a Cova de Iria.

Dios asciende al cielo y, su Madre, nuestra Madre, viene aquí, a nuestra tierra, a nuestro trabajo, a nuestras casas, a recordarnos que el Cielo, que su Hijo Jesús, que el Todopoderoso, nos espera allá arriba, verdadero lugar para nuestra permanencia eterna.

La Virgen nos pide que recemos, que recemos mucho, que la penitencia y los sacrificios, también son oración, que los sufrimientos aceptados y ofrecidos por al Señor y desde el amor, que es una corriente continua, pues como digo, siempre es una oración poderosísima.

Algunos miembros de los Sacerdotes, han cometido gravísimos delitos, como pasa en todas partes, incluso anestesistas de fama, jueces famosos, ni que decir de algunos políticos...como pasa en todas las instituciones. La Iglesia, vive un periodo buenísimo de purificación y es preciso hacer limpieza de toda la casa, de todos los rincones, quitar el polvo e incluso la suciedad de encima de todo lo necesario para nosotros, y ahí, precisamente aparece milagrosamente la Virgen, pidiendo oración, que recemos el Rosario.

¿Me permites una pregunta íntima? ¿Cuánta oración haces al día? Quizás, si sumas los minutos la cifra no sea muy alta.

¿Me permites otra pregunta? Gracias, y de esta oración, ¿cuánta haces por los Sacerdotes? Ya lo se, pero no te sientas mal, posiblemente, tenías que sentir esto, para darte cuenta de lo necesaria que es la oración por los sacerdotes, para que vivan entregados a Dios, y se olviden de otros rollos.

Creo que donde hay un Sacerdote santo, allí, en esa comunidad, hay un pueblo santo. ¡Son el punto de mira! Unos para disparar contra ellos, incluso con la mentira, y otros, tu y yo, somos sus escudos, con la oración.

Nada pasa, ni pierdes tu paz, si tienes el Rosario en la mano, no como un amuleto, sino rezándolo.

La Virgen baja a la tierra para recordarnos que el cielo, nos espera. Muchos no lo saben, no tienen la suerte de conocer a Dios, ni a su Madre, ni a San José, pero nosotros hemos de rezar por todos ellos mucho, lo pide la Virgen, para que algún día, cuando sea, conozcan al Espíritu Santo.

Yo, sólo puedo, dar gracias a la Virgen en Fátima, Madre de Dios y Madre nuestra, y os voy a revelar un secreto: me encanta el papa que tenemos, me llena de orgullo ser Cristiano hoy, con Benedicto XVI.

Madre Santísima, ruega por la Iglesia.


9/5/10

¡Qué bueno tener Paz!


6º Domingo de Pascua
2º Domingo de Mayo- Virgen de los Desamparados
9 de mayo, 2010

¿Cómo se puede ser amigo de alguien si no hay una confianza verdadera en él? ¿Cómo ir a cenar y, no fiarse de lo que te dan de comer? ¿Me habrán envenenado?

Todo esto, lo resuelve Jesús de un plumazo, y nos llena de paz, de su paz, no la que da el mundo, sino de esa verdadera paz que coexiste en nuestro interior. Pero que cuando la tienes, da la impresión que el mundo, te la quiera quitar y, ¿quién es el príncipe del mundo?

Unos tienen que superar grandes pruebas, unas buenas dosis de tribulación, o lo que es decir lo mismo, grandes sufrimientos, produciéndose amargura, angustia, tristeza y, un sinfín de cosas más. Esto nos ocurre con todo tipo de personas, normalmente el príncipe escoge a las que más daño nos pueden hacer, es decir, al compañero de noviciado, al educador del seminario, a un familiar directo, mi hermana, mi hija, tu esposo. Pero si lo observas con cierta quietud de espíritu, en reposo, buscando el equilibrio que da la paz, en una habitación “segura”, en el Sagrario, qué suerte los que pueden, donde estés. Caminando alrededor del monasterio, dando un paseo, una caminata, verás, te lo repito, VERÁS, como eres tú mismo quién te revuelves inmediatamente hacia esta situación ciertamente tan desagradable.

¡Calla y escucha!

Sigue quieto, en esa actitud de la paz, déjalo pasar, como si se tratara de un mal pensamiento, respira hondo, sosiégate. La paz que Jesús nos da la hemos de acoger desde el amor, la alegría, no desde la rabieta del por qué tengo que aguantar yo esas “cosas”. El príncipe busca que pierdas el amor, el gran vínculo con Jesús, porque es desde el amor, donde la paz triunfa y se estima. Este deseo de amar nos hace aspirar a mucho más, y esto, justamente es lo que no quiere ese personaje que ya mencioné.

¡A mi me pasa justamente lo mismo que a ti! Me revuelvo ante “esa” provocación y, me siento ofendido, desafiado. ¿Pero qué ocurre entonces? Acabo de perder la paz, y así, en este estado, soy muy vulnerable.

Hay un monje benedictino del siglo VII, San Veda, que sigue siendo muy actual en estos días del siglo XXI:

“Quién rechaza la humillación, tampoco puede acoger la salvación.”

Recuerda: “mi paz os dejo, mi paz os doy, no os la doy yo como la da el mundo”.

Ánimo a todos. ¡Qué Dios nos bendiga!

Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a vos.

Vixca la Mare de Deu.

VALENCIANS TOTS A UNA VEU.... VIXCA LA MARE DE DEU!


Vale mas una imagen que mil palabras





VALENCIANS TOTS A UNA VEU.... VIXCA LA MARE DE DEU!

2/5/10

“No hay mal que por bien no venga”

5º Domingo de Pascua
2 de mayo, 2010


“ Después de haber salido Judas, Jesús dijo: Ahora se manifiesta la gloria del Hijo del hombre, y la gloria de Dios se manifiesta en Él” (Jn 13,31).

No hay mal que por bien no venga, de este evangelio y de este refrán cuantas enseñanzas y similitudes podemos encontrar.

Voy a contaros, lo mejor que pueda, cómo en estos días por un dolor agudo tuve que visitar al Dr. Muelas, y cómo este intentó saneármela en primer lugar, después intentó matar el nervio, pero todo ello sin éxito, y por fin, para poner término a mi dolor, hubo que llegar a lo esperado: la extracción.

Hay que ver cómo un dolor de muelas te deja paralizado por completo, no pudiendo hacer casi nada. Y así me refiero, a una comparativa con el Cuerpo Místico de Cristo, cuando uno de sus miembros sufren, todos los demás sufrimos con y por ellos, pero a veces no hay más remedio que la extracción, por el daño causado, por estar toda la pieza–la muela– podrida por dentro.

A nadie se le ocurre ir a la consulta de un cirujano maxilofacial, para extracción de una simple muela, sería algo desproporcionado, con el Dr. Muelas es suficiente. Para quitar un simple acceso cutáneo –un grano en la piel– a nadie se le ocurre ir al súper-cirujano... Para cada cosa está lo suyo.

Os imagináis al capitán general visitando todos los cuarteles, uno por uno, cada vez que un soldado o cualquier otro miembro comete un delito imperdonable. Y que tenga que ser él en persona, quién vaya para realizar la expulsión–la extracción– de la pieza, de la muela.

Viendo todo esto me pregunto, ¿por qué es el Papa el que tiene que extraer todas las muelas, todos los accesos cutáneos? ¿No hay obispos?

Hemos de demostrar que somos cristianos, y para ello Él nos enseñó cómo hacerlo, con el amor, amándonos como Él nos amó. A veces cuesta, pero creo que todo esto, que estamos viviendo tan doloroso y tan desagradable y que tanto daño está haciendo a las familias implicadas y a tantos cristianos de a pie, va a ser muy bueno, hace falta depurar toda la basura que pudiera haber. Y en todas las casas se realizan limpiezas a fondo de vez en cuando. Y nada mejor para ello que empezar por nosotros mismos, desde la oración, ¿no estará pasando esto porque rezamos poco? ¿Rezan los sacerdotes lo suficiente?

Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios. Recemos nosotros por todos los sacerdotes, como Jesús nos enseñó.

1/5/10

De la mano de Dios, vienen San José y la Virgen María


1 de mayo

Uno de mayo, mes dedicado a Maria y, este año cae en sábado, por si fuera poco primer sábado de mes: dedicación al Inmaculado Corazón de María, tal y como indicó Ella misma en Pontevedra, a la hermana Lucía, y como seguiría haciendo en Coimbra, Portugal.

Hoy día, dedicado al Amor de María, a su tierno corazón encendido en ascuas, y por si fuera poco, hoy mismo, es 1º de mayo, día de San José obrero. Precisamente se le dice obrero por ser un infatigable trabajador sobre todo para el bien de los hombres, para ayudarnos en esta vida, para pasar a la otra.

María, su Inmaculado Corazón, su amor, viene cogida de la mano de su esposo San José y todo esto en el mes de María, en primer sábado, que coincidencia tan preciosa, tan encantadora.

Los esposos, unidos por el amor, fueron los protagonistas excepcionales del gran amor que Dios nos tiene a todos nosotros. En nuestra Ermita, sábado 1 de mayo, a las 9:00 horas vamos a celebrar estas dos festividades. Y un chorro de gracias se va a desparramar por doquier.

Roguemos a San José y a la Virgen María por nuestros sacerdotes.


Con flores a María, que Madre nuestra es. Feliz sábado a todos en este mes de María.