29/12/12

LA SAGRADA FAMILIA Y LOS SANTOS INOCENTES

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Se me hace curioso, y no sé por qué, que estas dos festividades vengan tan de la mano, en un mundo donde aparentemente los valores del matrimonio, de la familia, y por otro, los valores de los hijos no nacidos, quedan más de una ocasión tan bajos, tan denigrados, tan devaluados.

Piensa por un momento, y permíteme el atrevimiento, que tus padres, por un solo momento, hubieran decidido no tenerte, que no hubieras nacido, que te hubieran desechado, como el que tira una cajetilla de pañuelos de papel. A la basura.

Por otra parte, reflexiona en todo lo contrario, en los matrimonios que se han planeado el formar una familia, en esas conversaciones donde los esposos decidieron que ya era hora de tener los hijos. Mucho antes de la concepción, ya que el amor brota como algo especial, con una fuerza imparable, que arrastra a la vida. Es decir, por decirlo bien claro, desde el amor se engendra vida. Y no me vengas con esas situaciones donde, de forma muy minoritaria, se engendran hijos no-deseados en un principio, pero que también por una decisión de amor, permite, desea tenerlos.

Si en una familia hay amor, también hay bondad, humildad, dulzura, y aquí, la Paz tan ansiada, la Paz de Cristo, actúa con sabiduría desde nuestro corazón.

Doy gracias a Dios por mis padres, por mis abuelos, por mis hermanos. Doy gracias por mi Vida, un gran regalo, un doble regalo, en mi caso, primero la vida, y posteriormente la fe. ¡Me alegro de que decidieran tenerme en un acto de amor! Y doy gracias Dios, por que no me convirtieran en uno de esos noventa mil y pico abortos, que según las estadísticas se han “ejecutado”, esos fusilados en el paredón del útero materno.

Doy gracias a Dios, a la Santísima Virgen María, y a san José, la Sagrada Familia, por mi familia bendecida por Jesús, a mi esposa y a mis cuatro hijos, porque cuando llegó el tiempo de la purificación, de crear una familia, impulsados por el Espíritu del amor, así lo hicimos, y así fueron llegando para la mayor gloria del Señor.

Y esto solamente se puede concebir desde la clara actitud de un corazón entregado, convertido, con verdadero deseo de servir a Dios, con oraciones...

Ya fue interesante que este año san José, viera, viviera, la Pasión de su Hijo. El diecinueve de Marzo fue miércoles y el día veinte, la noche siguiente, pocas horas después, era Jueves Santo, la institución de la Santa Cena, la Eucaristía, el dar gracias a Dios por todo su amor, ya que por su amor fuimos purificados.

De ahí que también me llame la atención este evangelio, “Cuando llegó el momento de la purificación”. ¿Qué nos querrá decir? ¿Qué nos indica el Espíritu? Simeón, ese hombre justo y piadoso, tomando al niño en sus brazos, bendijo a Dios, por darnos esto a todos los pueblos, a todo el mundo, queriendo alumbrar, dar luz, como esas mamás que dan a luz, que alumbran a sus hijos, dando gracias a Dios, como en la Santa Misa, purificando nuestros corazones de todo lo perverso, como Cristo actúa en nosotros, llenándonos de Paz.

El amor siempre engendra vida; el egoísmo, muerte. El mal, sólo trae más mal, de ahí que sea importante, permíteme que insista, ese tiempo de purificación verdadera.

Simeón se dejaba conducir por Dios, ¿y nosotros?

¡Doy gracias a Dios por todos vosotros que estáis ahí! Mexicanos, peruanos, bolivianos, puertorriqueños, salvadoreños, argentinos, españoles, californianos, neoyorquinos, suizos, venezolanos, noruegos, franceses, italianos... y a todos los que entran en este blog, abierto a todos los pueblos, a todas las naciones, por eso los comentarios están libres para que incluyáis vuestras opiniones.

¡Dios os bendiga a todos!

21/12/12

LA ESPERANZA EN ESTA NAVIDAD


LA ESPERANZA, EN ESTA NAVIDAD,SIGNO Y PROFECIA

Abraham en el Antiguo Testamento es el paradigma de la Esperanza.
Maria en el Nuevo Testamento nos educa a la verdadera  Esperanza.

Motivos para desesperarnos hay muchos,para perder la esperanza y para pensar que es solo una utopia,mezclada con algo de nostalgia.
No es el momento para enumerarlos,pero cada uno sabrá cuales son esos motivos que nos tientan, en lo personal, a la des-esperanza.

Mi saludo de esta Navidad 2012 solo pretende alimentar y motivar la virtud cristiana de la ESPERANZA,dejándonos guiar por Maria Madre, Educadora y Modelo.

Ella espera la llegada del Mesias,como israelita creyente,se sorprende cuando recibe el anuncio de Angel y da su SI al deseo de Dios movida por esa esperanza en que se cumplan las promesas ya anunciadas por los profetas.
Movida por la esperanza parte con prisa a compartir la Buena Nueva con la familia de Isabel y allí eleva su Cantico que es un himno a la esperanza,de los más bellos de toda la Biblia.
Junto con S.José van a Belen para cumplir con el censo y allí da a luz a Jesús viendo que su esperanza en la promesa se hace realidad.

A lo largo de su vida fue probada muchas veces en su esperanza, pero no desfalleció. Solo enumero el exilio,la perdida de Jesus en el Templo,la lejanía cuando Jesus comienza a evangelizar,la aparente negación en las bodas de Cana,la pasión de Jesus y su presencia al pie de la Cruz con el alma traspasada de dolor.

Por eso es capaz de comprender nuestras pruebas y dolores que hacen tambalear o decaer nuestra esperanza y por eso quiere ayudarnos en esos momentos a madurar y a levantarnos para seguir peregrinando con la mirada puesta en Dios que nos guia con su sabia Providencia y nos revela paso a paso su Voluntad.

Al terminar este año,en el que habremos tenido más de un dolor y sin duda muchas alegrías, queremos mirar a María y decirle como en la Salve ¡ESPERANZA NUESTRA,SALVE!
Asi caminaremos en este 2013,AÑO DE LA FE,con un corazón alegre y confiado, de la mano de María hacia el Padre.

Aprovecho para agradecer a cada uno personalmente por tantas expresiones de amistad y cercanía por la Pascua de mi madre que me han ayudado a vivir con serenidad y esperanza el duelo,con la fe que ella esta junto a Jesus Resucitado y a María,nuestra Madre y Modelo de esperanza.

Los recordaré en la Nochebuena y en el dia de Navidad, los saludo con mi afecto de siempre y les envío mi bendición para sus familias con el deseo de un 2013 en que crezcamos en la FE ESPERANZADA.

P.Guillermo M.Cassone


Tucuman,18 de diciembre de 2012

NAVIDAD 2012


“Te diré mi amor, Rey mío, con una mirada suave, te lo diré contemplando tu cuerpo que en pajas yace” (Himno de Vísperas)
                                                                                                                                     Navidad del 2012
Queridos amigos:
¡Otro diciembre! Estamos ya en el último mes del 2012 y como cada año para este tiempo, los sentimientos y pensamientos tienden a mirar hacia atrás y hacia adelante. De alguna manera evaluamos, sea en los sentimientos o en el pensamiento, el año vivido. ¿Cómo será la evaluación? Para quienes tenemos la gracia de creer, los ojos se vestirán de la Providencia y contemplaremos el año en clave divina. No se trata en primer lugar de ¿cómo me fue?, ¿qué logré?, ¿fue un buen año o no? Las preguntas pueden ser interminables.
Los años de vida consagrada me indican que las preguntas de la evaluación son otras: ¿qué dejó de positivo este año que termina?, ¿qué aprendí, en qué crecí, qué oportunidades se me abrieron, cómo respondí a ellas…? Para el creyente la vida está plena de oportunidades y en cada suceso hay una oferta de aprendizaje, de crecimiento, de ir a más y mejor…
Inevitables son los fracasos, desilusiones y sufrimientos. Pero los fracasos, desilusiones y sufrimientos no llegan por acaso a la vida del hombre, también ellos encierran oportunidades. Mucha razón tiene quien afirmó que “se aprende más de los errores que de los aciertos”. José Kentenich solía decir que uno de los artes importantes de la vida es “transformar en peldaños los peñascos que amenazan aplastarnos”. ¡De so se trata! No es casualidad sino providencia que la Iglesia se anticipe por algunas semanas, con el inicio del año litúrgico, al inicio del año civil. Es como si, al cierre de un año -independiente de cómo lo evaluemos- Dios nos dijera: “¡Animo!, todo comienza de nuevo en el Niño”. El nacimiento del Niño en la liturgia y la celebración de la Iglesia, hace posible que cada hombre y mujer de fe “nazca de nuevo”. La Navidad de Jesús, hace posible la nuestra.
Que María y José nos den sus sentimientos para poder acoger, contemplar y adorar al Niño del Padre. Les deseo una muy bendecida Navidad y un año nuevo pleno por la esperanza.                                               
P. Alberto E. Eronti




15/12/12

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Y sintió lástima de nosotros


“ Jesús bordeando el lago de Galilea, subió al monte y se sentó en él”

Cuántas veces tú, en tu caminar por la vida, vas bordeando las dificultades, viviendo en lo gris, en un mundo difícil, donde casi nada parece importar. Donde la supervivencia es el único estímulo de vida.

Mientras unos tienen tanto, otros nada, absolutamente nada, pasando todo tipo de calamidades y penurias. En unos días donde hay tantas luces, parece que las sombras son más inmensas, profundas y dolorosas.

Es normal, porque solo hay una Luz, solo hay uno que ponga orden y paz en tu vida, y por supuesto en la mía. Fíjate que san Mateo dice que sintió lástima de la gente, porque: ¡llevaban ya tres días con él y no tenían que comer!

Es el mismo Jesús quien se preocupa del hambre, y da. Pero para ello se necesita urgentemente la oración de todos nosotros, y nuestras manos, también, para por ellas poder actuar él, sin llamar la atención, sin magias ni hechizos raros. Él es discreto y tiene que actuar por medio nuestro, y entre todos, aunque nos parezca que somos pocos, somos muchos. Y más si nos unimos en la oración con toda la comunión de los Santos, recordando a estos últimos 498 mártires y santos.

Hoy que hay tanto saber en las alturas, nos olvidamos, se olvidan de lo fundamental del pueblo de Dios. Lo que siempre fue: la oración.

Hay quienes se permiten matar en nombre de Dios, y lanzan mísiles, que llaman inteligentes, desde el quinto pino, para destrozar una sala de fiestas, donde la única gente que había, estaba celebrando una fiesta. ¡Donde hay amor allí está Dios! ¿Tú lo puedes comprender? Yo no. Es una vileza más de los poderosos. ¡Un error! Reconocen, nos dicen muy seriamente, ¡ha sido un error!

Menos mal que te tenemos a ti, Señor Jesús. Gracias por estar siempre y en todos los momentos con nosotros.

De ti comemos tanto de espíritu como corporalmente. Después de tres días, nos das a comer, y nos curas los pies, el hígado, los oídos, los ojos.

¡Cuanta ceguera por soberbia! ¡Hay quienes se creen tan superiores! Después un pequeño bichito, un virus, nos pone patas arriba a todos.

¡Menos mal que te tenemos a ti! ¡Id a anunciar sin miedo lo que estáis viendo! Los cristianos damos esperanza, no la vendemos. Si no ves esperanza, habría que hacerse una pregunta muy seria: ¿Estaré enfermo? Ve al médico, de cuerpo y alma.

Gracias por estar con nosotros, Señor Jesús.

8/12/12

AVE MARÍA PURÍSIMA




Ave María Purísima

Inmaculada Concepción
Sé que no os puedo contar nada que vosotros no sepáis, pero sí que me voy a atrever a relataros un acontecimiento que nos ocurrió estando en Santiago de Compostela, en el año 2004.

Fuimos hasta allí en coche, toda la familia, de un tirón, aunque paramos varias veces por diferentes motivos, entre ellos comer y estirar un poco las piernas. Habíamos quedado con un seminarista entonces, pero hoy ya sacerdote, y nos acompañó y nos explicó todo lo de la catedral y lo relativo al apóstol.

Al día siguiente, comiendo en una casa de comidas, nos comentó que deberíamos ir a visitar el convento donde a Virgen María se le apareció en diferentes ocasiones a Sor Lucía, dejándole el mensaje de su Inmaculado Corazón, de cómo ella le pedía sobre los primeros sábados de mes, y todo eso que ya conocéis.

Fuimos a Pontevedra, nos dirigimos al monasterio, y efectivamente nos subieron a la celda, donde Sor Lucía vivía y donde la Virgen se le aparecía. Hoy esta celda se a convertido en una capilla de oración, donde el Señor está guardado en un Sagrario, y unos bancos pequeños han sustituido al mobiliario de entonces. Allí, nosotros, toda la familia, rezamos un rosario, y también Salvador con nosotros. Aunque se hizo tarde y subió una monja para indicarnos la salida, al comprobar que estábamos todos rezando, nos dijo que cuando acabáramos y nos marcháramos, nos aseguráramos de que la puerta estaba bien cerrada.

Y así lo hicimos. ¿Por qué cuento todo esto?

Muy sencillo. Desde ese mes de agosto de 2004, y sin saber por qué, empecé a consagrarme al Inmaculado Corazón de María, y no me preguntes nada, pero los días empezaron a ser diferentes. Mi actitud, mi enfrentarme a los problemas, y sobre todo los mismos problemas en mí, también eran diferentes. Con la Virgen, de su mano, todo se suavizaba, y resultaba ser “más sencillo”. Se lo comenté al P. Alberto de Schoenstatt, y me dio explicaciones y ánimo para seguir haciéndolo. Luego la lectura de algunos santos, como san Maximiliano María Kolbe, me fueron introduciendo en ese corazón de Madre, con Antonio María de Claret... y también un libro que me regalaron sobre Juan Pablo II, cómo él lo hacía todos los días, me fueron llenando de esa fuerza y seguridad.

Os podría contar cómo lo hago, pero es tan sencillo que sé que vosotros, la inmensa mayoría, también tendréis vuestra propia oración para ello. Pero quiero animar a los que no lo hagan, a eso precisamente; a que día tras días se pongan en esos brazos de María. “Ad Jesuum per Mariam.”

¡Madre, te quiero: ruega por nosotros!
Oración
Una vez más estamos aquí para rendirte homenaje
a los pies de esta columna,
desde la cual tú velas con amor
sobre Roma y sobre el mundo entero,
desde que, hace ya ciento cincuenta años,
el beato Pío IX proclamó,
como verdad de la fe católica,
tu preservación de toda mancha de pecado,
en previsión de la muerte y resurrección
de tu Hijo Jesucristo.
¡Virgen Inmaculada!
tu intacta belleza espiritual
es para nosotros una fuente viva de confianza y de esperanza.
Tenerte como Madre, Virgen Santa,
Nos reafirma en el camino de la vida
como prenda de eterna salvación.
Por eso a ti, oh María,
Confiadamente recurrimos.
Ayúdanos a construir un mundo
donde la vida del hombre sea siempre amada y defendida,
toda forma de violencia rechazada,
la paz buscada tenazmente por todos.
¡Virgen Inmaculada!
En este Año de la Eucaristía
concédenos celebrar y adorar
con de renovada y ardiente amor
el santo misterio del Cuerpo y Sangre de Cristo.
En tu escuela, o Mujer Eucarística,
enséñanos a hacer memoria de las maravillosas obras
que Dios non cesa de realizar en el corazón de los hombres.
Con premura materna, Virgen María,
guía siempre nuestros pasos por los senderos del bien. ¡Amén!

1/12/12

¿ME ABRIRÁS LA PUERTA, CUANDO TE LLAME?


Hace no muchos días, fui a visitar a un amigo, un señor mayor, enfermo, y estuve tocando varias veces el timbre de la puerta. Al final, el resultado fue que me tuve que marchar. ¡No está en casa!, pensé.

Al día siguiente, me lo encontré por la calle, y le dije lo que me había ocurrido. Él me respondió que estaba en casa, pero que había comprado una oferta especial de altavoces, y unos auriculares muy buenos, a un precio excepcional, y aunque no le hacían falta -como él dijo- era una buena ocasión.

No está mal, las nuevas tecnologías realmente nos hacen avanzar mucho, pero también pienso que en otras ocasiones nos hacen retroceder.

Todo esto lo digo para que cuando llamen a la puerta no te despistes y no oigas nada, como ocurre tantas veces con la llamada de Dios. ¡No escuchamos! Y lo digo por mí y por ti, no por los que no creen, sino por los que creemos, por los que nos llamamos cristianos, pero que en algunas ocasiones podemos parecer lo contrario.

En este adviento, deberíamos de plantearnos sobre nuestro final. ¿Nos pillaría ahora en pecado, ajenos a la gracia? Por eso hemos de estar “velando”, vigilantes de nuestra actitud, no de la de los otros, sino de la mía, ya que no sabemos cuándo será el momento de la llegada de Jesús. Y lo seguro es que todos nosotros seremos llamados al final, donde se nos pedirá cuentas de nuestras obras, nosotros mismos las veremos enfrente de nosotros, destapadas y sin secretos. Todo se sabrá.

Cuando pedimos por la conversión de los pecadores, parece como si lo hiciéramos por otros, como si no tuviera que ver con nosotros, cuando todos, absolutamente todos, somos pecadores.

“Lo que os digo a vosotros lo digo a todos: ¡Velad!”

He de replanteármelo todo, ver mis acciones, mis obras, y de todo corazón tengo que intentar mejorar, haciendo que todo mi entorno mejore, al menos un poquito, gracias a mí. Solo así estaré vigilante, cuidadoso y mimando la oración, deseando y suplicando al Señor, Dios todopoderoso, que me ayude, que con la ayuda del Espíritu Santo podamos restaurarnos para que no nos alejemos de ti. Sin tu ayuda estoy perdido, Señor.

Por cierto: el Señor busca una casa, un corazón para poder nacer de nuevo, ya que todas las posadas, hoteles, spa, todo está ocupado. El corazón rebosa de propiedades, de deseos, y no oye la llamada de la Puerta-alma.

¿Puede nacer mi Hijo en tu casa? ¿Qué respondes?

A pesar de nuestros olvidos, Tú, Señor, eres nuestro Padre, y nosotros, todos, somos obra de tu mano.

LO QUE DICE EL PAPA

“Ninguna representación del nacimiento renunciará al buey y al asno”
- Lo que realmente dice el Papa sobre la mula y el buey -
Sí, sí, no has leído mal. Después de todo lo que hemos tenido que ver, oír y leer estos días, cuando uno, por fin, puede tomar entre sus manos el nuevo libro del Papa Benedicto XVI lo que se encuentra son estas palabras: “Ninguna representación del nacimiento renunciará al buey y al asno” (pág. 77).
Tal cual.
Esas son las palabras literales con las que el Papa concluye los párrafos precedentes, relativos a la narración evangélica del nacimiento de Jesús:
María puso a su niño recién nacido en un pesebre. De aquí se ha deducido con razón que Jesús nació en un establo, en un ambiente poco acogedor -estaríamos tentados de decir: indigno-, pero que ofrecía, en todo caso, la discreción necesaria para el santo evento. En la región en torno a Belén se usan desde siempre grutas como establo.
El pesebre hace pensar en los animales, pues es allí donde comen. En el Evangelio no se habla en este caso de animales. Pero la meditación guiada por la fe, leyendo el Antiguo y el Nuevo Testamento relacionados entre sí, ha colmado muy pronto esta laguna, remitiéndose a Isaías 1,3: “El buey conoce a su amo, y el asno el pesebre de su dueño; Israel no me conoce, mi pueblo no me comprende”.
En la singular conexión entre Isaías 1,3, Habacuc 3,2, Éxodo 25, 18-20 y el pesebre, aparecen los dos animales como una representación de la humanidad, de por sí desprovista de entendimiento, pero que ante el Niño, ante la humilde aparición de Dios en el establo, llega al conocimiento y, en la pobreza de este nacimiento, recibe la epifanía, que ahora enseña a todos a ver. La iconografía cristiana ha captado ya muy pronto este motivo. Ninguna representación del nacimiento renunciará al buey y al asno.
Una vez más (no es la primera), asistimos a un fenómeno de “desinformación masiva” orquestado por algunos creadores de opinión y medios de comunicación que pone en labios del Papa justo lo contrario de lo que en realidad ha dicho. No sólo algo diferente, sino justo lo contrario.
La pregunta surge inmediata: y de esto ¿quién saca al final provecho?