28/1/12

Todos tenemos una Misión

Toda esta semana, Jesús, se la ha pasado por Galilea, predicando la buena noticia, la salvación para todos los hombres, y esto nos trae ecos de la Navidad, nos recuerda a aquellos pastores, que éramos nosotros, y a los cuales el Ángel les dijo lo que estaba pasando más arriba: “Un Salvador os ha nacido”.

Y seguimos igual, ahora nos llama para ser discípulos suyos, para predicar, y aquí viene lo bueno, atiende y verás, no solo se refiere de “boquilla”, que hablemos de esto o de aquello, que en verdad es importante, sino que nos pide hechos, como aquel buen samaritano que recogió al enfermo del camino, y lo llevó a una posada, hasta que se repusiera de todas sus dolencias.

Da la impresión que lo de la llamada solo es para unos pocos elegidos, curas, monjas... y aquí está la diferencia. Jesús salva a todos, porque a todos nos está llamando, de una forma o de otra. Para cada uno de nosotros tiene preparada una misión, y todas ellas son importantes. En la sociedad hay muchas funciones, y dentro de nuestros trabajos, podemos tener un comportamiento u otro, dependiendo de nosotros, tan solo de nosotros, el que seamos seguidores, el que seamos sus alumnos, sus discípulos, y también dependerá de nosotros que hagamos sus obras, sus curaciones, y todo por el amor y entrega que pongamos en las tareas.

Decir “Señor, Señor”, no vale de nada, si no actuamos como se espera de nosotros, aún a pesar de nuestras limitaciones, de nuestras debilidades. Todos somos llamados a servir, y servir, lo podemos considerar como algo así, que los demás siempre tienen la razón, pensando que esos “los demás” son de nuestra familia , y nos desviviremos por actuar correctamente, para ayudarles en todo.

¿Y esto cómo se traduce? Sencillo: ¿eres conductor de autobús? Pon todo tu empeño en hacerlo perfecta y suavemente, para que nadie se maree. Para que nadie pueda perder la “tranquilidad” en el viaje.

¿Trabajas en una oficina cara al público? Piensa que cada uno de los que atiendes es tu mejor amigo. Y así se hará realidad aquello de: “lo que hagáis a estos mis pequeños, a mí me lo estáis haciendo”.

¿Eres sacerdote? No digas que ya no puedes más, no digas que estás cansado. A ti te han dado mucho, y mucho es lo que tienes que repartir, servir.

Siempre debemos actuar todos dando este ejemplo, y al mismo tiempo preguntándonos: ¿Cómo me gustaría a mí que me trataran? Hemos de procurar, hemos de aprender, a no hacer a los demás lo que no queremos que nos hagan a nosotros.

Posiblemente me he alejado del tema, pero recuerda, recordemos, que estamos hechos para servir a los demás, a ser más humanos, y siendo más humanos, ayudando a todos, ya estamos diciendo: “¡Señor, Señor!”

Perdóname este último apunte: ¿A quién sirves tú? ¿Cuál es tu misión? Piénsalo y verás qué bien te encuentras, cuando sepas tu respuesta.


PD.: ¡Necesito de vuestra oración! Gracias.

22/1/12

La Petición y la Realización

Hoy en esta festividad tan bonita de San Antonio Abad, gran santo, a quién su obispo mismo le adjudicó muchos milagros. Por su simpatía y empatía, todos los animales lo respetaban. Realmente un gran santo donde los haya. ¿Se nota mucho que és mi santo?

Al margen de ésto, hoy, día en que el agua es transformada en vino, y además en un vino excelente, mejor que el anterior. Nos da pie a pensar que el segundo vino es el nuevo testamento, los dichos y hechos de Jesús. Las tinajas que eran de piedra, nos recuerdan posiblemente, las tablas de Moisés, el antiguo testamento, por lo de que fueron escritas sobre dos piedras.

Resulta también muy significativo que el milagro, el signo, como San Juan lo llama, el primero de los siete que hace, lo realizara Jesús de Nazaret, y sin embargo felicitan al novio, igual los más expertos vean en esta boda la unión de Dios, el novio, con su pueblo, su comunidad, su iglesia...

Pero tranquilos, yo no estoy preparado para hablar de todo esto, me quedo con las cosas más sencillas, como por ejemplo: "por amor...la salvación de Dios a su pueblo (todos nosotros) ... veremos la salvación como una antorcha que llamea, al igual que ocurre en los juegos olímpicos". Y para ello, nada mejor que este estracto del salmo:

Cantad al Señor, toda la Tierra;
Cantad al Señor, bendecid su nombre.
Proclamad día tras día,
sus maravillas a todas las naciones.

Ésta es mi realidad, dar gracias una y mil veces por todo al Señor Jesús, y pedirle mucho por todos nosotros, por los enfermos, por tantos hombres que no tienen la dicha de conocerlo. Por ponernos como ejemplo de todo a la Madre misma, maestra de oración, maestra de súplica, "haced todo lo que Él os diga", y Ella siempre pendiente de mis necesidades, y de las tuyas, y las de todos, porque en la boda pidió el vino, o lo que es lo mismo, la alegría, para todos los comensales, para todos los que estaban invitados. Y es que nosotros todos, estamos invitados a la salvación, a lograr la santidad, como ese gran santo, San Antonio Abad, que lo dejó todo y se puso al servicio del Señor, con un don muy especial desde el inicio, el deseo de la oración, pero vemos, como hacia el final de su vida, tenía otros muchos dones.

Pero hoy me encanta la Fe, sobre todo destaco la Fe de la Virgen María, ver como ella misma pide a su Hijo, sabiendo que Él lo va a realizar. No duda ni por un momento. ¡Menuda madre nos ha dado el Señor Jesús! Por eso le pido a la Virgen que me de Fe, de esa que ella tiene, y que me ayude en todas mis necesidades, y cuando digo "mis" digo "nuestras". ¿Por qué? Sencillo, porque todos somos hijos de Dios, y todos obramos todo en todos, por la acción del único Espíritu Santo.

¡Cuántas desgracias pasan en el mundo! Pidamos, con el rosario en la mano, y en el corazón, por todos ellos, para que la misericordia de la Madre nos haga más hermanos a todos. Todos somos hijos de un mismo y único Dios.

¡Felicidades a todos los Antonios, a los de San Antonio Abad!

14/1/12

todos los dias una prueba

Todos los días una prueba

Todos los días somos bautizados de algún modo y todos los días necesitamos de la Fe, para superar mil pruebas que se nos echan encima sin pedirlas, sin desearlas, pero que la vida lleva incluidas en el paquete del propio manual de instrucciones.

¿Quién no tiene a su padre enfermo? ¿Quién no a su hermano o hermana? ¿Alguien que ha fallecido? ¿Quién no soporta en sí mismo alguna enfermedad? Y por supuesto nada de todo esto, ninguno de todos nosotros lo deseamos.

Todos los días hemos de superarnos y realizar nuestro propio credo, para traspasar tantas barreras como tenemos en esta vida. ¡Y más que vendran! Es lo natural, no lo que queremos, pero así es la vida.

Hay que luchar en el trabajo con ilusión, hoy que tantos no lo pueden hacer. Hay que pelear con los compañeros, con la familia, con todos los elementos propios de la Tierra, y además de convivir con todos estos, lo hemos de hacer con nuestro peor enemigo: Nosotros mismos.

Nos hemos de superar porque “hemos sido bautizados con Espíritu Santo y con fuego” y en el lenguaje bíblico el fuego siempre fue un elemento purificador e iluminador. El Espíritu es quién nos da las fuerzas necesarias para seguir adelante, los que tenemos esta fe, para pedir más, que no nos falte, y los que creen que no la tienen, pues igual, fuerza para ser positivos.

El Señor siempre nos dice “estar alegres”, y esto también es una disposición positiva, forma parte de la fe de unos y de la fe de otros. Y es que todos, unos y otros, somos creados por el mismo, porque Dios “no hace distinciones” y todos somos llamados hacia Él, con un mismo fin, la felicidad en esta vida y en la vida eterna, y mientras tanto ¿qué? Muy sencillo: vivir. Plantando cara a las contrariedades que nos puedan devenir.

¡Feliz bautismo! Y ánimo, tenemos un buen amigo que nos quiere con locura.

7/1/12

Santa María, Madre de Dios

Hoy celebramos todos a Santa María, Madre de Dios, y yo no voy a entrar a decir nada del Concilio de Éfeso, ni de cómo en el año 431, Nestorio se atrevió a proclamar la herejía de que no era Madre de Dios.

Esto os lo dejo a vosotros, que estáis mucho más preparados. Yo me remito a darle gracias a la siempre Virgen María, por ese sí, “He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra.” En estos mismos brazos, pido entregarme como ella nos enseña. Dejarnos acurrucar por la Providencia del Señor Jesús.

Menudo regalo de Navidad tenemos, la mismísima Virgen nos fue regalada por el mismísimo Dios, para que aprendamos a seguirla todos los días, desde los brazos amorosos y llenos de paz, que ella misma nos entrega.

Yo, todo se lo debo a Ella, y así lo proclamo a los cuatro vientos, sin Ella yo no sería yo, y nada de mi vida tendría el sentido que tiene.

Ella nos llamó, y con esa dimensión de la ternura y dulzura, propia de una madre, nos reunió junto a su esposo San José, y en estos días, nos recuerda que podemos adorar a su Hijo, al niño, en lo humilde, en lo escondido de nuestro corazón, donde está lo auténtico de nosotros mismos.

Hoy, primer viernes de mes, y primer día del año, no podríamos empezarlo mejor, hoy celebramos a la Madre de Dios, y Madre Nuestra, y mañana, segundo día del año, primer sábado de mes, volveremos a honrar a la Madre de Dios.

¡Qué bonito empezar el año de este modo! Que la Virgen os bendiga todos los días. Este es mi deseo para el año que hoy comienza.

Madre guapísima, ruega por nosotros, que recurrimos a vos.

1/1/12

El respeto es imprescindible, para vivir nuestras vidas



Hablar de la sagrada familia, quizás para algunos suene un poco extraño hoy en día, pero darle el sentido en cuanto a lo que es la veneración y respeto, quizás ya no nos dé esa connotación primaria.

De todos modos, a unos padres, nada de lo expuesto les puede resultar extraño. ¿Qué padres no desean comprender, amar, participar de la vida de sus hijos? Y esto siempre implica una cuestión de educación, desde antiguo se enseña a respetar a los padres, en todas las culturas siempre se ha considerado, siempre se ha ensalzado a las personas mayores, desde los indios, los judíos, los budistas, los musulmanes. Siempre se ha hablado de maestro, y siempre se ha tratado de una persona de cierta edad.

Hoy, quizás debido a una praxis de sacar a la planta de su cesto, e intentar justificar que debe de crecer igual, porque “yo” así lo digo... Pero no, vemos a los pocos días como dicha planta se marchita, adquiere un color amarillento y muere. Sencillamente porque las raíces de esa planta necesitan estar enterradas bajo tierra. ¡Así son las cosas! No podemos cambiar el rumbo de lo natural.

De este mismo sentir es la familia, el padre y la madre, y no cómo dicen algunos: progenitor uno y progenitor dos. Los padres son una figura, mucho más que un símbolo, merecen todo el respeto por parte de sus hijos. Pero también los padres debemos respetar y enseñar a caminar por sí solos a nuestros hijos. ¿Cómo se hace esto? Sencillamente con amor, apagando la televisión, que de tanto estiércol llena nuestros hogares, y aprendiendo a escuchar.

Yo, con todo mi respeto, tengo que añadir, que rezando también juntos, para que no tenga que hacerlo el profesor de religión, sino nosotros, los padres, los que enseñemos a vivir, a tocar al niñito Jesús, de esa manita tan chiquitita, como la de cualquier recién nacido.

A veces, no comprendemos, pero la fuerza del respeto, con el amor y el cariño, se vencen todas las dificultades. Acaso ¿la vida de José, María y Jesús fue de color de rosa? Claro que no, sino, contempla los siete dolores de la Virgen María, así como los de su esposo San José.

Solo desde el amor y el respeto se puede construir una sociedad positiva, donde el Padre y la Madre son lo que son, no lo que “algunos politiquillos” quieren que sean. Lo natural es siempre lo que es.

Que el niño nacido, Jesús, nos permita a todos acariciar esa manita tan diminuta, con esos cinco deditos tan preciosos, para lograr ese cambio tan necesario en los corazones de todos los hombres.