30/12/11

VENITE ADOREMUS

VENITE ADOREMUS...TAMBIEN EN ESTA NAVIDAD

Estas dos palabras se repiten varias veces en el antiguo canto en latin ADESTE FIDELES,típico y clásico de la Navidad. Se invita a levantarse y caminar a Belen para adorar al Niño Jesús.

Tres verbos me parecen dignos de subrayar en esta Navidad 2011:

-LEVANTARSE –CAMINAR –ADORAR.

Nos LEVANTAMOS cada día para iniciar una nueva jornada y varias veces a lo largo del día para cambiar de posición o actividad.Pero ante la fiesta que se avecina se trata de algo más que un cambio corporal,se trata de un cambio anímico para dejar atras toda postración,inercia o comodidad.

La esperanza nos motiva a levantar la mirada más allá de lo inmediato y orientarnos hacia los valores que cuentan de verdad en la vida,a darle gracias a Dios por lo que somos y tenemos,a ver el lado bueno y bello de las personas y las creaturas,a vivir y actuar en positivo.

Nos levantamos para elevar la mirada con fe hacia el Padre que nos ama infinitamente regalándonos a Jesús que nos revela su rostro naciendo y viviendo entre nosotros.

CAMINAMOS hacia una meta,somos peregrinos que estamos en búsqueda y que hasta el final de nuestras vidas seguiremos caminando hasta que nos reciba el Padre en su casa y nos dé el abrazo eterno,en el que por fin encontraremos el reposo.

Pero no caminamos solos sino en comunión con los que están cerca y con toda la humanidad. Nos sostenemos unos a otros para vencer el cansancio y los obstáculos del camino,para no perder el rumbo y para alentarnos.

Cada paso es un avanzar y un dejar atrás,pero tambien es un abrir brechas y dejar huellas,mostrar a los que vengan detrás por donde ir.

Vamos a Belen para ADORAR a un Niño llamado Jesús,verdadero Dios y verdadero hombre,poderoso y fragil,excelso y cercano. Lo adoramos ya que vemos en El el rostro amable del Padre que nos sonríe con ternura y a la vez suscita en nosotros la ternura. Lo adoramos besándolo con cariño y sabiendo que ad-orar es besar,segun su raiz latina. Hoy es importante ver el sentido de nuestra fe como una continua adoración de Dios,haciendo su Voluntad,confiando en su Providencia y reflejando su Amor infinito.

A cada uno les deseo que en esta Navidad nos LEVANTEMOS,CAMINEMOS Y ADOREMOS al Niño en brazos de su Madre,para recuperar la paz del corazon y construir la paz en nuestro mundo.

Con mi afecto y bendición los saludo a todos desde Roma

P.Guillermo Mario Cassone

24/12/11

Noche Buena, Misa del Gallo

Navidad en griego, significa nacimiento, el tiempo de Navidad, es tiempo de nacer, de renacer. Y anterior a todo nacimiento, es el embarazo, la espera preparatoria, que es el tiempo de Adviento que hoy ha terminado. Estrenamos la Navidad, ahora, el nacimiento. El nacimiento en nosotros.


Este nacimiento que nos ilumina la noche; como a los Reyes Magos, los sabios; la estrella que vieron en la noche; y los pastores que dormían al raso y vigilaban por turnos al rebaño durante la noche. Vigilancia, entrega, servicio a los demás...


Nacer a Jesús, es luz, por eso cuando el ángel se les aparece, la gloria del Señor “los envolvió” de su luz.


Los hombres todos. Todos, vivían en la oscuridad, en la noche, en el frío; y con la buena noticia, el evangelio, nos trae la luz, el día, el calor; y el ángel sigue diciéndoles: “Os anuncio una gran alegría y lo será para todo el pueblo”; por eso los pastores vigilaban, cuidaban a todo el rebaño. La Iglesia de Jesucristo.


“Os ha nacido un Salvador” y ante semejante fenómeno podemos exclamar postrados: ¡Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres!


Jesús nos recuerda: “Mi paz os dejo, mi paz os doy”. Ante la llamada del Señor, fueron a toda prisa, los pastores, y lo encontraron, junto a María y José. Juan Pablo II, nos dice mil veces “a Jesús por María”.


Los pastores se volvieron glorificando y alabando a Dios, por todo lo que vieron y oyeron. Los pastores simbolizan a los más pobre, los más humildes…los Reyes, son la grandeza, la realeza…los Magos, los sabios, son los científicos, los filósofos…los hombres del saber…


Y todos; juntos, pobres, ricos, listos, torpes…todos por igual –porque para Dios todos somos iguales, todos somos sus hijos- todos juntos, hemos de glorificar y alabar a Dios.


¿Cómo? Siendo sus amigos, cumpliendo sus mandamientos.

Feliz Navidad para todos, y que nuestros deseos estén guiados por la Estrella luminosa del Señor.

18/12/11

Y sintió lástima de nosotros

“ Jesús bordeando el lago de Galilea, subió al monte y se sentó en él”

Cuántas veces tú, en tu caminar por la vida, vas bordeando las dificultades, viviendo en lo gris, en un mundo difícil, donde casi nada parece importar. Donde la supervivencia es el único estímulo de vida.

Mientras unos tienen tanto, otros nada, absolutamente nada, pasando todo tipo de calamidades y penurias. En unos días donde hay tantas luces, parece que las sombras son más inmensas, profundas y dolorosas.

Es normal, porque solo hay una Luz, solo hay uno que ponga orden y paz en tu vida, y por supuesto en la mía. Fíjate que san Mateo dice que sintió lástima de la gente, porque: ¡llevaban ya tres días con él y no tenían que comer!

Es el mismo Jesús quien se preocupa del hambre, y da. Pero para ello se necesita urgentemente la oración de todos nosotros, y nuestras manos, también, para por ellas poder actuar él, sin llamar la atención, sin magias ni hechizos raros. Él es discreto y tiene que actuar por medio nuestro, y entre todos, aunque nos parezca que somos pocos, somos muchos. Y más si nos unimos en la oración con toda la comunión de los Santos, recordando a estos últimos 498 mártires y santos.

Hoy que hay tanto saber en las alturas, nos olvidamos, se olvidan de lo fundamental del pueblo de Dios. Lo que siempre fue: la oración.

Hay quienes se permiten matar en nombre de Dios, y lanzan mísiles, que llaman inteligentes, desde el quinto pino, para destrozar una sala de fiestas, donde la única gente que había, estaba celebrando una fiesta. ¡Donde hay amor allí está Dios! ¿Tú lo puedes comprender? Yo no. Es una vileza más de los poderosos. ¡Un error! Reconocen, nos dicen muy seriamente, ¡ha sido un error!

Menos mal que te tenemos a ti, Señor Jesús. Gracias por estar siempre y en todos los momentos con nosotros.

De ti comemos tanto de espíritu como corporalmente. Después de tres días, nos das a comer, y nos curas los pies, el hígado, los oídos, los ojos.

¡Cuanta ceguera por soberbia! ¡Hay quienes se creen tan superiores! Después un pequeño bichito, un virus, nos pone patas arriba a todos.

¡Menos mal que te tenemos a ti! ¡Id a anunciar sin miedo lo que estáis viendo! Los cristianos damos esperanza, no la vendemos. Si no ves esperanza, habría que hacerse una pregunta muy seria: ¿Estaré enfermo? Ve al médico, de cuerpo y alma.

Gracias por estar con nosotros, Señor Jesús.

11/12/11

¡Qué no te falte la oración!

Qué importante es fortalecer la fe, y sobre todo con hechos, con la respuesta sincera del corazón. Desde la oración hay que suplicarla, rogarla, demandar mas fe, al único que nos la puede dar. Porque con ella, la alegría se muestra en nosotros, pero no nos muestra a nosotros, sino al señor, que siempre está presente en la alegría, de ahí la paz que todo lo calma, la paz que está por encima de todos mis pensamientos.


¿Cómo encontrar todo esto cuando hay tanto en contra hoy en día? Escuchando al profeta San Juan, al profeta de tu propio barrio, a tu sacerdote que tan cerca tienes, escuchando a tu médico, a tu hijo, ayudando donde vayas, pero recordando que todo viaje hay que caminarlo, andando, y nada mejor para conducirnos que la oración.

La oración nos acerca, nos une, nos hace comunión con el Creador, y si digo: ¡Es que no me dice nada! Mala señal. Escúchate, y entonces, redobla esfuerzos, para incrementar esta oración tan vital. Si te alejas de ella, te estás alejando de Él.

Que nada te aleje de la oración, deja todo lo que haces tan importante y entrégate a la oración, con sencillez, pide por tantas necesidades como hay, para que Santa María pueda empezar a repartir gracias.

¡Qué pena tan grande, las personas, que por un motivo u otro, se hallan desperdigadas de la oración! Qué pena que no puedan saborear al Señor vivo y tan vivo como está. Nuestra Iglesia tiene de todo, porque todos la formamos, pero en ella, siempre la cabeza está alta, es Jesús, con una Madre impresionante, y con un Patrón magnifico, el glorioso patriarca San José.

Nada nos debe desilusionar, aún a pesar de tantas mentiras y patrañas, como se empeñan en decirnos desde algunos medios, nosotros tenemos lo fundamental, y en ello tenemos que andar.

Si tienes, reparte, no permitas la injusticia de tú tener mucho, y que el otro no tenga nada. No abuses de tus subordinados, porque todos somos iguales a los ojos de Dios.

Me gustaría decirte mucho, pero no sé, y me quedo con lo más sencillo: demos gracias a Dios, unámonos en la oración, por nuestros sacerdotes y pastores, para que ellos, al igual que nosotros, formemos una gran familia en nuestra Gloriosa Iglesia.

La navidad llegará, y Él nacerá de nuevo en medio de nosotros, con todas las calamidades. Aportemos lo mejor, hagamos oración, a tiempo y a destiempo.

Gracias a todos los que lo leéis.

3/12/11

Sólo desde la alegría se edifica

El hombre busca ser feliz, busca su salvación en todos los aspectos de su vida. ¿Quién desea el daño, quién desea el sufrimiento, quién desea perder a un familiar? Esto es absurdo, no hay nadie en el mundo que se desee estas cosas, que además sin ansiarlo, llega. El hombre busca lo mejor para sí mismo y su familia.

Para mí esto es indiscutible. Desde siempre es así y creo que será del mismo modo a lo largo de toda la historia. Estamos en el segundo domingo de adviento, y San Lucas, este apóstol tan universal, nos aporta con su evangelio que Jesús, que Dios siempre nos trae la salvación; siempre hay un camino, una historia donde el hombre escribe sus propias letras. Él quiere lo mejor para nosotros, y no se corta un pelo, y vemos cómo San Lucas enclava su relato en un año, en un reinado de poder Romano, con un reinado del poder local, autonómico, y en un reinado de lo religioso, y aún a pesar de todas las asperezas y tiranías de estos tres, Él llega triunfante, viene con la paz.

En todo este montón de sucesos, la palabra de Dios viene sobre Juan, el hijo de Zacarías, el bautista, quien nos recuerda que hay que predicar ese cambio de vida, esa conversión, extender esta noticia, ni más ni menos que porque es buena para el hombre, para su felicidad, para todos los hombres. Ni tan siquiera hoy en día, se puede silenciar esta palabra de Dios que nos llega, y que tú la estás recibiendo directamente, incluso a veces, no te das cuenta de que es así como te digo, porque precisamente, no vives una vida muy ligada a la iglesia. Pero el Señor, en todos lo tiempos se hace oír, y tú, puedes estar siendo uno de sus receptores.

Esta noticia del cambio, desde lo profundo del corazón, como no puede ser de otra manera, porque todo cambio tiene que ser sincero y profundo, nos lleva a la alegría, verdadera señal de identidad del profeta actual. Hoy, donde tantos problemas se amontonan, donde tantas fricciones hay entre familiares, vemos a muchos sin ilusión, amargados profundamente. Algunos solo piensan en las cosas malas que han de pasar, y lo hacen, lo que es peor, anunciándose a si mismos como profetas de Dios.

Nada más lejos de la realidad. Los verdaderos profetas de Dios, solo transmiten alegría y felicidad, porque quien se siente amado y ama, no puede demostrar otra cosa. Esto no niega que haya problemas, pero la forma de encararlos es muy diferente.

¿Has visto alguna vez una pareja de tortolitos, de enamorados, estar amargados por su amor? No tiene sentido.

Tú, ¿qué opinas?