28/6/09

¿Qué padre no hace lo que sea por salvar a su hijo?

Últimamente vamos de milagro en milagro, pasando a la otra orilla, donde las dificultades nos pueden aumentar. El domingo pasado, Jesús se queja de la poca fe, de la cobardía. No parece que nos creamos que Él está siempre con nosotros cuando la adversidad nos golpea, le reprochamos “¿no te importa lo que sufro?”

Ayer sábado, todo un ejemplo de cómo hay que pedir, “dilo de palabra, y el milagro se hará”. El centurión pedía por su criado, y sabe que Jesús puede hacerlo. ¿Sabemos nosotros que puede hacerlo?

Hoy, de nuevo, cruzando el lago de las dificultades, dos mujeres impuras representan a todos los marginados, una es la hija del representante del poder político, religioso y social de la época, un jefe judío, un alto cargo de la sinagoga, le pide a Jesús un milagro. ¿Qué padre no haría lo mismo? La otra, por detrás, para no molestar a nadie, pues no es bien vista, pero eso sí, sabiendo que con tan solo tocarle el vestido se curaría.

El judío pide que le imponga las manos, pide que la toque, ésta otra, sin llamar la atención a nadie, sin que nadie se dé cuenta, ni sus discípulos tan siquiera, se acerca a Él. Pero Jesús se ha dado cuenta de todo, está con todos y con cada uno, por eso pregunta: ¿Quién me ha tocado? Él sabe quién, pero nos llama la atención a nosotros, y parece que nos dice: ¿Te das cuenta de lo que se puede hacer si hay fe? Por eso mirándola – esa mirada del corazón – le dice: “Hija” porque es su Padre, ¿qué padre no daría lo bueno a su hijo? “Vete en paz”. Él es quien da la paz, al que se le acerca. Tú y yo, ¿tenemos paz? ¿Nos acercamos a Él? Y por si fuera poco, le devuelve la salud, y gratis.

Me llama la atención que las dos guardan relación con el doce. Las doce tribus de Israel, el pueblo que el Señor se había escogido, los doce discípulos. Una enferma doce años, la otra es ésa la edad que tiene. Todos somos hijos de Dios.

Tan sólo nos pide fe, “No temas, basta que tengas fe”, si no nos lo creemos, ¿cómo podrá darnos Él el milagro? Ya por aquel tiempo se reían de Él, así que no nos extrañemos de que hoy también se rían, y qué más da. ¿Tienes la fe necesaria? Qué curioso que todo ocurriera en la calle, y en una casa, en lo íntimo de una familia. El Señor nos permite la cercanía, ¡eso es lo que quiere! Hoy, que tanto se habla de Dios, y sin embargo creo que se habla poco con Él. ¡Que se rían lo que quieran! Si estás con Él, andas por las nubes, viendo visiones, de las proezas que realiza todos los días, sin corsés, sin protocolos, sin tanta parafernalia. Él siempre está, si yo lo deseo, y si le hablas, Él te contesta siempre.

¡Dame fe, Señor Jesús! Gracias por ser mi amigo.

24/6/09

San Juan Bautista



San Juan Bautista es el único santo que celebra su fiesta en el día de su nacimiento.

El nombre de Juan significa "Dios es misericordioso", y en verdad que en el nacimiento de Juan Bautista se manifestó Dios; lo que es muy misericordioso, pues es para que lo invoquen con fe.

De la infancia de San Juan nada se sabe. Tal vez, siendo aún un muchacho y huérfano de padres, huyó al desierto lleno del Espíritu de Dios porque el contacto con la naturaleza le acercaba más a Él. San Juan Bautista vivió toda su juventud dedicado nada más a la penitencia y a la oración.

San Juan Bautista

¿Qué será de este niño?


Desde la humildad, el silencio, hemos de crecer en la conversión lenta pero decidida a la escucha de la Palabra de Dios, tanto en las sagradas Escrituras, como en el Sagrario, como en la exposición del Señor, y él, siendo nosotros humildes pero valientes para obedecer, dará testimonio a través nuestro.

“El niño crecía y su espíritu se fortalecía”. Y esto ocurre siempre que el señor nos prepara para una “misión”, para que podamos responder a la pregunta inicial. Pero, ¿Quién es ese niño? ¿Serás tú?

Todos somos elegidos, pero unos con mayor responsabilidad, y a mayor responsabilidad, cuantos más talentos son otorgados, es necesario más humildad, y fortaleza en la fe, para vivir el ahora, el ya, este instante, y luego, sin pensar más, el mañana ya llegará.

¿Qué será de este niño? ¿Cuál será la misión? ¡Que más da! Si es cosa del Señor, seguro que es lo mejor.

Y a modo muy especial, recordar como a veces, lo que no comprendemos, lo que creemos una injusticia, los caminos torcidos de Dios, nos conducen precisamente a Él.

¡Cuando Dios quiere una obra, utiliza los obstáculos como medios!

San Juan Bautista

¿Qué será de este niño?

Desde la humildad, el silencio, hemos de crecer en la conversión lenta pero decidida a la escucha de la Palabra de Dios, tanto en las sagradas Escrituras, como en el Sagrario, como en la exposición del Señor, y él, siendo nosotros humildes pero valientes para obedecer, dará testimonio a través nuestro.

“El niño crecía y su espíritu se fortalecía”. Y esto ocurre siempre que el señor nos prepara para una “misión”, para que podamos responder a la pregunta inicial. Pero, ¿Quién es ese niño? ¿Serás tú?

Todos somos elegidos, pero unos con mayor responsabilidad, y a mayor responsabilidad, cuantos más talentos son otorgados, es necesario más humildad, y fortaleza en la fe, para vivir el ahora, el ya, este instante, y luego, sin pensar más, el mañana ya llegará.

¿Qué será de este niño? ¿Cuál será la misión? ¡Que más da! Si es cosa del Señor, seguro que es lo mejor.

Y a modo muy especial, recordar como a veces, lo que no comprendemos, lo que creemos una injusticia, los caminos torcidos de Dios, nos conducen precisamente a Él.

¡Cuando Dios quiere una obra, utiliza los obstáculos como medios!

22/6/09

Apadrinamiento de sacerdotes.

¿En qué consiste la idea de apadrinar a los sacerdotes?
Este consiste en hacer un voto de oración diario por los sacerdotes en general, así como por unos más concretamente, con nombres y apellidos.

Se puede apadrinar a uno, a dos, a quince, a tantos sacerdotes como nuestro corazón desee, y para no olvidarnos ningún día de ninguno de ellos, lo mejor es anotarlos en un papelito que tendremos en nuestro lugar de oración, y que podremos incluso llevar encima con nosotros. De tal modo, que mientras viajo en el tren, puedo en unos minutos de silencio espiritual hacer una pequeña oración de petición y leer los nombres que yo he apadrinado. Incluso en la oficina, lo mismo, y así en todos los lugares. ¿Cuánto me cuesta de hacer esto? Pues escasamente unos minutos, por lo cual no pierdes ningún tiempo precioso.

Bien seguro es que coincidiremos muchísimos de nosotros en muchos de ellos, de eso se trata precisamente, de que seamos todos con todos para ayudarles a mantener esa lealtad y ese ministerio-servicio para con el pueblo de Dios.
No olvides que debe de ser un voto para realizar a diario, y de este modo, todos juntos, iremos formando ese cuerpo del que todos estamos llamados a formar, manteniéndonos unánimes y concordes con un mismo amor y un mismo sentir, como nos recuerda San Pablo.

21/6/09

¡Los milagros existen!

Cuántas veces hemos podido comprobar que cuando las “cosas” se ponen cuesta arriba, no hay forma de andar. Hay quien dice: “Cuando llegan las desgracias, nunca van solas”. Y es cierto, esto en muchas ocasiones lo hemos visto, en nosotros, en familiares muy cercanos, en amistades.

Y me pregunto yo, en estos casos, ¿de qué nos sirve la arrogancia? Al final nos pasa como a aquellos discípulos de Jesús que al atardecer, cuando la esperanza es abatida por fuertes vientos, venidos desde la otra orilla, desde donde no son de los “nuestros”. Cuando nos atacan y lanzan contra nosotros todo tipo de “golpes”. Y se nos hace de noche al perder la paciencia, la esperanza, al dejarnos vencer por las adversidades, perdemos el mayor tesoro que tenemos: LA PAZ.

Llegados a este punto vemos cuál es la situación de nuestra fe, a qué nivel se encuentra espiritualmente, y valoramos, ¿qué hago entonces? Estamos necesitados del amor de Cristo, el único capaz de dar este amor.

Desde mi pobreza, desde mi pequeñez, desde lo que soy, tengo que decirle: Señor, ¿dónde estás? ¿estás dormido?

Y cuál es nuestra sorpresa al escuchar su voz: “Estoy contigo, aquí, ahora, no temas nada.” El viento cesa, la lluvia desaparece, las hojas dejan de golpearnos, porque para Dios nada hay imposible. ¡El milagro es una realidad! Pero esto sólo funciona desde la fe, por eso le pido: “Señor, dame fe.”

Más de uno se queda como espantado ante el milagro, “no puede ser”, “seguro que hay algún fallo en alguna parte”, “no es posible”. Qué difícil es ver para algunos, y es que no hay mayor pobreza, que la falta de amor.

Señor, que yo te quiera siempre, pero que tu gracia me ayude para seguir pidiéndotelo. “Jesús, en ti confío”.

¿Para ti los milagros son reales?

19/6/09

AÑO SACERDOTAL


Del 19 de junio de 2009 al 19 de junio de 2010

Con motivo de la celebración del 150 aniversario de la muerte del Santo Cura de Ars, San Juan María Vianney, el Papa Benedicto XVI ha decidido que se celebre un especial Año Sacerdotal del 19 de junio de 2009 - fiesta del Sagrado Corazón de Jesús y Jornada para la santificación sacerdotal- al 19 de junio de 2010.
¿Cuál es el objetivo de este año sacerdotal? Según palabras del propio Benedicto XVI, el objetivo es ayudar a percibir cada vez más la importancia del papel y de la misión del sacerdote en la Iglesia y en la sociedad contemporánea.
¿Por qué se ha elegido la figura de San Juan María Vianney? Por haber sido un verdadero ejemplo de sacerdote al servicio del rebaño de Cristo.
Benedicto XVI concederá Indulgencias Plenarias por el Año Sacerdotal. ¿Cómo se pueden ganar estas indulgencias plenarias?
1.- Los sacerdotes, arrepentidos de corazón, que recen cualquier día las laúdes o vísperas ante el Santísimo Sacramento expuesto a la adoración pública o en el sagrario y se ofrezcan a la celebración de los sacramentos, sobre todo de la Confesión, se les concederá Indulgencia plenaria aplicable a los hermanos en el sacerdocio difuntos como sufragio, si en conformidad con las disposiciones vigentes se confiesan sacramentalmente, comulgan y rezan por las intenciones del pontífice. También se concede Indulgencia parcial, siempre aplicable a los hermanos en el sacerdocio difuntos, cada vez que recen oraciones debidamente aprobadas para llevar una vida santa y cumplir los oficios que se les han confiado.

2.- A los fieles cristianos, arrepentidos de corazón que, en la iglesia o en el oratorio, asistan a la Santa Misa y ofrezcan por los sacerdotes de la Iglesia oraciones a Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote y cualquier obra buena cumplida se les concede Indulgencia plenaria, siempre que se hayan confesado sacramentalmente y recen por las intenciones del Papa los días en que se abre y se clausura el Año sacerdotal, en el día del 150 aniversario de la muerte de San Juan María Vianney, los primeros jueves del mes o cualquier otro día establecido por los Ordinarios de los lugares para la utilidad de los fieles”.

Los ancianos, los enfermos y todos aquellos que por motivos legítimos no puedan salir de casa, podrán obtener la Indulgencia plenaria, si con ánimo alejado del pecado y el propósito de cumplir las tres condiciones necesarias apenas les sea posible, “en los días indicados rezan por la santificación de los sacerdotes y ofrecen a Dios por medio de María, Reina de los Apóstoles, sus enfermedades y sufrimientos”.

Asimismo se concede la Indulgencia parcial a todos los fieles cada vez que recen cinco Padrenuestros, Ave Marías y Glorias, y otra oración debidamente aprobada “en honor del Sagrado Corazón de Jesús para que los sacerdotes se conserven en pureza y santidad de vida”.

¿Quién fue San Juan María Vianney, el Santo Cura de Ars? Accede a http://webcatolicodejavier.org/SantoCuraDeArs.html para saberlo todo de este gran Santo, cuyo cuerpo se conserva INCORRUPTO.

Oración por los sacerdotes
Señor Jesús, presente en el Santísimo Sacramento,
que quisiste perpetuarte entre nosotros
por medio de tus Sacerdotes,
haz que sus palabras sean sólo las tuyas,
que sus gestos sean los tuyos,
que su vida sea fiel reflejo de la tuya.
Que ellos sean los hombres que hablen a Dios de los hombres
y hablen a los hombres de Dios.
Que no tengan miedo al servicio,
sirviendo a la Iglesia como Ella quiere ser servida.
Que sean hombres, testigos del eterno en nuestro tiempo,
caminando por las sendas de la historia con tu mismo paso
y haciendo el bien a todos.
Que sean fieles a sus compromisos,
celosos de su vocación y de su entrega,
claros espejos de la propia identidad
y que vivan con la alegría del don recibido.
Te lo pido por tu Madre Santa María:
Ella que estuvo presente en tu vida
estará siempre presente en la vida de tus sacerdotes. Amen

SED HUMILDES DE CORAZÓN
Cuando el Corazón de Jesús quiso enseñarnos algo de sí mismo, lo dijo con una sola frase: "Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón". Debe tener, pues, un gran esta humildad si Jesús la estimó de tal manera hasta anteponerla a todas las demás virtudes. Él recomienda la castidad, la caridad, la obediencia, pero ninguna de estas virtudes da el privilegio que da a la humildad con estas palabras: "Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón".
Los santos comprendieron bien esta sublime doctrina y no buscaron la santidad sino por4 medio de la humildad, persuadidos de que la humildad es el fundamento de todas las virtudes, el principio de toda gloria. La misma Virgen confiesa haber recibido insignes favores del Señor porque Él vio " la humildad de su esclava".
Por Benedicto XVI

18/6/09

TE ESPERAMOS



Este domingo, octava del Corpus, desde nuestro Rosario de la Ermita, que ahora se reza en la iglesia parroquial de San Lucas Evangelista, por motivo de unas obras, a las 17:00 horas, como siempre, rezaremos, con el Santísimo expuesto durante todo este tiempo, y al finalizar el mismo, se dará la bendición solemne y se reservará al Señor.

¿Por qué te invito a venir a Cheste? Sencillamente porque vamos a rezar todos juntos por los sacerdotes, ya que desde hoy, viernes, nuestro papa, Benedicto XVI ha instituido todo este año, como Sacerdotal, por las vocaciones, por los sacerdotes; fijando la mirada en el Santo Cura de Ars, quien no daba nadie un duro por él, pero el Obispo, que por eso era Obispo, vio en su corazón la llama encendida del Señor Jesús.

Este mismo Señor Jesús, estará este mismo domingo con nosotros, y nosotros podremos mirarle a los ojos del corazón, de tú a tú, como a Él y a su infinita misericordia le gusta.

Y, ¿Por qué más venir a Cheste si puedes? Porque somos la comunidad, recordemos que la Iglesia es comunidad y es católica, porque es universal. Sin esta comunidad la Iglesia no es nada.

Y, ¿Por qué más? Porque somos cristianos, por seguir a Cristo y el mismo Cristo estará esperándonos, aquí, expuesto, durante una hora, deseando nuestro corazón, pidiéndonos que le digamos: ¡Te quiero! ¡Te queremos!

Y, cómo mejor que con su Santa Madre, nuestra Madre, que Él mismo nos entrega. ¿Dejarías tú a tu madre con cualquiera? Pues Él, el Dios todopoderoso, quiere que la guardemos, la honremos, la amemos, y por ella, por María, Madre de Dios y Madre nuestra, vayamos por buen camino hacia Él.

Él es el camino, pero ella es la Madre que nos conduce. ¿Te parecen pocas razones para acudir a Cheste si puedes? Juntos, la Iglesia, rezando con Maria, para pedir trabajadores buenos, honrados y santos. Para pedir por las vocaciones, también nuestro arzobispo don Carlos lo quiere así.


¿Te animas a venir?

Os invitamos y os esperamos a todos los que podáis.

¡Que nuestra Señora del Sagrado Corazón os anime!

Gracias.

14/6/09

¿Puedo entrar en tú casa?

Cuando me siento aquí, en esta mesa para escribir para el domingo, siempre me siento del mismo modo. Siempre me pregunto: ¿Qué puedo contar que ellos -vosotros- no sepan? ¿Quién soy yo para intentar aclarar nada?

Pero sin embargo, semana tras semana, aquí estoy, y aquí me tenéis en vuestro blog, donde quien quiere puede participar, bien como comentarios, que están totalmente abiertos y libres, como si deseáis publicar algo, siempre entre semana.

Empiezo ahora con este domingo, donde en España celebramos el Cuerpo y la Sangre de Cristo.

¿Qué es lo primero que hay que hacer, para entrar en casa, en una casa? Tendríamos que decir que abrir la puerta, pero sabemos que no es la respuesta correcta. Tendríamos que tocar, llamar, para ver si nos escuchan desde dentro, y nos abren.

Si recordamos, el Ángel entró donde ella estaba. Entró en su casa, en su habitación. Y le dijo a María: “Alégrate, llena de gracia.”

¿Cómo se puede ser cristiano con tan poca alegría, disgustados, reñidos, criticando a derecha e izquierda?

La respuesta del millón quizás es sencilla, no somos cristianos, más que de nombre, no de actitud de estilo de vida. María es la que escucha, y guarda, es la maestra en el Arte de la escucha.

Jesús en el evangelio manda a sus discípulos a ir a buscar el lugar de la gran fiesta, y les dice “seguidlo, y en la casa que entre”. Continúa este breve relato: “os enseñará una sala grande en el piso de arriba”.

Si yo estoy con la música a tope, o lo que es lo mismo, con una actitud egoísta, nada acogedora, sin preocuparme por nadie, difícilmente aunque toquen a la puerta podré abrir. Mi actitud está cerrada a los demás. Pero si por el contrario mi actitud es la de escuchar las necesidades de los otros, entonces podré abrir mi puerta, la de mi interior, donde se encuentra una gran sala en el piso superior, como el corazón que está en lo alto del hombre.

¿Cómo celebrar la Santa Misa sin unidad ni amor? Es imposible, tan sólo habremos celebrado una liturgia impecable, pero sin ningún sentimiento, ¿no es en cierto modo una secularización desde nuestro interior?

¿Qué es la fiesta del Corpus? Es la fiesta donde Cristo, vivo y real, nos llama y nos pide permiso para entrar en nosotros, a la gran sala de nuestro corazón, donde, desde la libertad absoluta, le recibimos de todo deseo, símbolo de nuestra hospitalidad, donde la fiesta es la misma Vida, con respeto a todos, y sin ningún tipo de violencia en nosotros.

Hemos de estar en paz y con paz. Uno puede sufrir rabiando, o uno, por el contrario, puede sufrir, en paz.

Cristo en la procesión, en la gran procesión, sale a visitarnos, para ver qué necesidades tenemos. Pero para recibirlo hay que tener paz y escuchar, mirar en silencio desde nuestro corazón.

El Corpus, como la Eucaristía, empiezan, pero no terminan al finalizar el acto litúrgico, sino que tiene que actuar en nuestra vida, transformándonos, en más humildes... en mejores cristianos. A veces hablan de los cristianos, pero ¿no tendrán algo de razón?

Que el Señor Jesús y su Santa Madre Admirable, siempre en compañía de su esposo San José, nos bendigan, para que a su vez podamos nosotros bendecir a otros.

“Y mientras comían”, celebraron la fiesta del Cuerpo y de la Sangre.



PD: Bueno, ya me contaréis algo, ¿ok?

13/6/09

El Papa ve el riesgo de secularización dentro de la Iglesia en el día del Corpus Christi

"Hoy se da el riesgo de una secularización serpenteante incluso dentro de la Iglesia, que puede traducirse en un culto eucarístico formal y vacío, en celebraciones carentes de esa participación del corazón, que se expresa en veneración y respeto por la liturgia", advirtió.

Según el pontífice, "siempre es fuerte la tentación de reducir la oración a momentos superficiales y apresurados, dejándose llevar por las actividades y las preocupaciones terrenales".

Y sin embargo, dijo, la Eucaristía es "el pan de la vida eterna del nuevo mundo que se nos da hoy en la santa misa, para que desde ahora el mundo futuro comience en nosotros".

"Con la Eucaristía, por tanto, el cielo baja sobre la tierra, el mañana de Dios desciende en el presente y el tiempo queda como abrazado por la eternidad divina",
indicó.

El Papa invitó a los fieles a elevar esta oración: "¡Quédate con nosotros, Cristo, entréganos el don di y danos el pan que nos alimenta para la vida eterna!".

"Libera a este mundo del veneno del mal, de la violencia y del odio que contamina las conciencias, purifícalo con la potencia de tu amor misericordioso", añadió.

El Papa seguía a la Eucaristía arrodillado, cuando empezaba a caer la noche sobre la ciudad eterna.

Los fieles, con velas en la mano, hacían de su silencio una profesión de fe.

Cedido por Zenit

SAN ANTONIO DE PADUA

Felicidades a los Antonios, Antoninos, e incluso los Tonos.


Por regla general, a partir del siglo XVII, se ha representado a San Antonio con el Niño Jesús en los brazos; ello se debe a un suceso que tuvo mucha difusión y que ocurrió cuando San Antonio estaba de visita en la casa de un amigo. En un momento dado, éste se asomó por la ventana y vio al santo que contemplaba, arrobado, a un niño hermosísimo y resplandeciente que sostenía en sus brazos.


En las representaciones anteriores al siglo XVII aparece San Antonio sin otro distintivo que un libro, símbolo de su sabiduría respecto a las Sagradas Escrituras. En ocasiones se le representó con un lirio en las manos y también junto a una mula que, según la leyenda, se arrodilló ante el Santísimo Sacramento que mostraba el santo; la actitud de la mula fue el motivo para que su dueño, un campesino escéptico, creyese en la presencia real.


San Antonio es el patrón de los pobres y, ciertas limosnas especiales que se dan para obtener su intercesión, se llama "pan de San Antonio"; esta tradición comenzó a practicarse en 1890. No hay ninguna explicación satisfactoria sobre el motivo por el que se le invoca para encontrar los objetos perdidos, pero es muy posible que esa devoción esté relacionada con un suceso que se relata entre los milagros, en la "Chronica XXIV Generalium" (No. 21): un novicio huyó del convento y se llevó un valioso salterio que utilizaba San Antonio; el santo oró para que fuese recuperado su libro y, al instante, el novicio fugitivo se vio ante una aparición terrible y amenazante que lo obligó a regresar al convento y devolver el libro.


En Padua hay una magnífica basílica donde se veneran sus restos mortales.

11/6/09

CUERPO Y SANGRE DE CRISTO


El arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, presidirá mañana, jueves, a las 20 horas una misa solemne en la iglesia valenciana de Santa Catalina, con motivo de la fiesta de la “Exaltación del Santísimo Cuerpo y Sangre del Señor”, organizada por primera vez por la asociación sacerdotal de los Operarios Diocesanos, que regenta el templo, en colaboración con la sección de Valencia de la Adoración Nocturna Española (ANE).

Te doy gracias, Señor Jesús

Te doy gracias, Señor,
yo, Antonio,
y me has consolado.
Tú eres mi Dios y salvador:
confiaré y no temeré,
porque mi fuerza y mi poder eres Tú;
Tú eres mi salvación.
Te doy gracias, Señor,
invoco tu nombre,
cuento a los pueblos tus hazañas.

¡Qué grande es tu nombre!


Isaías 12, 1-6

Adoratrices de la Eucaristía. Roldán, Argentina


10/6/09

Reflexión de Orígenes

Oye también lo que Dios promete al justo por boca del profeta: Cuando pases por el fuego, la llama no te abrasará, porque yo soy el Señor tu Dios. Vemos, por tanto, cómo el justo tiene acceso a cualquier lugar, y cómo toda la creación se muestra servidora del mismo. No pienses que aquellas hazañas son meros hechos pasados y que nada tienen que ver contigo: en ti se realiza su místico significado.
Entonces también tú, por ministerio de los sacerdotes, atravesarás el Jordán y entrarás en la tierra prometida, en la que te recibirá Jesús, y será tu guía en el nuevo camino.

9/6/09

¿DIOS AÚN HABLA CON LAS PERSONAS?

Por Emilia Mari
Un joven de vida espiritual fue a una reunión de estudio de la Biblia en la residencia de un matrimonio amigo. Era noche de Jueves. El matrimonio dividió el estudio entre oír a Dios y obedecer la palabra del Señor. El joven no podía dejar de querer saber si "Dios aun habla con las personas".
Después del estudio, él salió para tomar un café con los amigos que estaban en la reunión familiar, y discutían un poco más sobre el mensaje de esa noche. De formas diversas ellos hablaban como Dios había conducido sus vidas de maneras tan diferentes.
Eran aproximadamente las 22 horas cuando el joven se despidió de sus amigos y comenzó a dirigirse a su casa. Sentado en su automóvil, comenzó a pedir: "Dios! Si aun hablas con las personas, habla conmigo. Yo te escuchare. Haré todo para obedecerte.
Mientras conducía por la avenida principal de la ciudad, tuvo un pensamiento muy extraño, como si una voz hablase dentro de su cabeza: "Para y compra un litro de leche". El movió su cabeza y dijo en alto: "Dios, ?eres tu Señor?". No obtuvo respuesta y continuó dirigiéndose para su casa. Sin embargo, nuevamente, surgió el pensamiento: "Compra un litro de leche".
El joven pensó en Samuel y como él no reconoció la voz de Dios, y como Samuel corrió hacia El. "Muy bien, Dios! En caso de ser el Señor, voy a comprar la leche". Esto no parece ser una prueba de obediencia muy difícil."
Total, el podría también usar la leche. Así que paro, compro la leche y reinicio su camino a casa.
Cuando pasaba por la séptima avenida, nuevamente sintió un pedido: "Gira en aquella calle". Esto es una locura, pensó, y pasó de largo. Nuevamente sintió que debería haber girado en la séptima avenida. En el siguiente retorno, el giro y se dirigió por la séptima avenida. Medio bromeando, dijo en voz alta: "Muy bien, Dios. Lo haré". Siguió avanzando por algunas cuadras cuando de repente sintió que debía parar. Se detuvo y miro a su alrededor. Era un área mixta comercial y residencial. No era la mejor área, mas también no era la peor de la vecindad. Los establecimientos estaban cerrados y la mayoría de las casas estaban a oscuras, como si las personas ya se hubiesen ido a dormir, excepto una del otro lado de la calle, y que estaba cerca.
Nuevamente, sintió algo, "Ve y dale la leche a las personas que están en aquella casa del otro lado de la calle". El joven miro la casa. Comenzó a abrir la puerta del coche, pero se volvió a sentar. "Señor, esto es una locura. ¿Como puedo ir a una casa extraña en medio de la noche?". Una vez más, sintió que debería ir a dar la leche.
Finalmente, abrió la puerta, "Muy bien, Dios, si eres el Señor, iré y entregare la leche a aquellas personas. Si el Señor quiere que yo parezca un idiota, muy bien. Yo quiero ser obediente. Pienso que esto va a contar para algo; sin embargo, si ellos no responden inmediatamente, me iré en el mismo acto".
Atravesó la calle y toco la campanilla. Pudo oír un barullo viniendo desde dentro, parecido al llanto de una criatura. La voz de un hombre sonó alto
"¿Quien está ahí? ¿Qué quiere?". La puerta se abrió antes que el joven pudiese huir. De pie, estaba un hombre vestido de jeans y camiseta. Tenía un olor extraño y no parecía feliz de ver a un desconocido de pie en su solera.
"¿Qué pasa? " . El joven le entrego la botella de leche. "Compre esto para ustedes". El hombre tomo la leche y corrió adentro hablando alto. Después, una mujer paso por el corredor cargando la leche en dirección a la cocina. El hombre la seguía sosteniendo en brazos una criatura que lloraba. Lagrimas corrían por el rostro del hombre y luego comenzó a hablar, medio sollozando:
"Nosotros oramos. Teníamos muchas cuentas que pagar este mes y nuestro dinero se había acabado. No teníamos mas leche para nuestro bebe. Apenas rece le pedí a Dios que me mostrase una manera de conseguir leche".
Su esposa grito desde la cocina: "Pedí a Dios que me mandara un ángel con un poco... ¿Ud. es un ángel?
El joven tomo su cartera y saco todo el dinero que había en ella y lo coloco en las manos del hombre.
Se dio media vuelta y se fue a su vehículo, mientras las lágrimas corrían por sus mejillas. El experimento que Dios todavía responde los pedidos justos y verdaderos.

8/6/09

Otro de los regalos del Padre Alberto


El Sagrado Corazón de Jesús.

Florencio Varela, Buenos Aires, junio del 2009

Al Círculo de Adoración “Monte Sión.

Queridos hermanos y hermanas:
Como es tradición, les escribo la circular de mitad de año, como siempre nos ilumina el Corazón de Jesús, ¡Dios con corazón humano!, ¡Dios con un corazón como el nuestro! La devoción al Corazón de Jesús ha tenido, sobre todo en la religiosidad popular, un claro acento de “reparación”. Esto es, “sanar” con nuestro amor las heridas que el desamor de muchos produce en Corazón de Jesús. Meditando sobre este aspecto, siento un estremecimiento en mi ánimo: en el mundo hay tanto desamor, el hombre posmoderno experimenta -como escribe el Padre J. Kentenich- una profunda “sed de amor”.

En la predicación de Jesús hay claras referencias a lo que simbolizamos con la palabra “corazón”, el centro emotivo y afectivo del hombre. Las palabras de Jesús son concluyentes: “El que es bueno, de la bondad que almacena en su corazón saca el bien, y el que es malo, de la maldad saca el mal; porque de lo que rebosa del corazón habla la boca” (Lc. 6,45). ¡Qué impresionante darnos cuenta que la palabra manifiesta lo que llevamos en lo más profundo de nosotros mismos!, ¡la palabra que pronunciamos nos revela! Jesús lo dice más claramente en un pasaje que escribe San marcos: “Lo que sale de dentro, eso sí mancha al hombre; porque de dentro, del corazón del hombre, salen las malas ideas: inmoralidades, robos, homicidios, adulterios, codicias, perversidades, fraudes, desenfreno, envidias, calumnias, arrogancia, desatino. Todas esas maldades salen de dentro y manchan al hombre” (Mc. 7,21-23)

La piedad y espiritualidad de la Iglesia nos señala el Corazón del Dios hecho hombre. ¿Es actual esta devoción?, ¿tiene verdaderamente importancia en nuestra vida de fe?, ¿tiene repercusión en la vida diaria? A juzgar por lo que vemos y oímos, hemos de concluir que sí.

Sitúo ahora la reflexión desde otro punto de vista. Innumerables veces me han hecho estas preguntas: ¿Existe el demonio?, ¿el demonio es realmente un ser personal? Jesús habla de “Satanás” en diferentes discursos, hasta habla de una “legión” de demonios. Yo no quiero entrar ahora a argumentar si el demonio es o no un ser personal, ni cuál es su origen. Lo que quiero aportar es esto: la palabra “demonio” es comprendida desde muy temprano en la vida de la Iglesia, como “el mono de Dios”. Esto es, un Dios que no es pero actúa como si lo fuera, es la ridiculización de Dios, del Dios que anuncia, que revela y se revela en Jesús.

Si tomamos los textos evangélicos citados, vemos que en el centro interior del hombre, en su núcleo más íntimo, su corazón, anidan fuerzas de bondad o de maldad. Entonces, más allá que discutir si existe o cómo es el demonio, lo que el hombre -independientemente de si tiene o no fe en Dios- ha de tener en cuenta es que, como decían los Padres de la Iglesia primitiva, “en el hombre cohabitan un ángel y un animal”. La expresión puede sonarnos ridícula y hasta jocosa, pero todos hemos de concluir que, como bien escribe San Pablo, experimentamos las “dos leyes”. Lo dice así el Apóstol: “Así, cuando quiero hacer lo bueno, me encuentro fatalmente con lo malo en las manos. En lo íntimo, cierto, me gusta la Ley de Dios, pero en mi cuerpo percibo unos criterios diferentes que guerrean contra los criterios de mi razón y me hacen prisionero…” (Rom. 7,21-25)

Si experimentamos en nosotros fuerzas de bondad y/o de maldad, entonces más que buscar la explicación fuera, hemos de ir hacia lo profundo, hacia el núcleo interior, hacia el corazón. Es aquí donde la devoción al Corazón de Jesús alcanza su pleno sentido. Hablar del Corazón de Jesús, es hablar del corazón ideal, del corazón transformado en pura bondad y por eso en puro amor. Es hablar de sentimientos y emociones serenadas, transfiguradas por el amor.

Cuando en la vida pública constatamos tanta corrupción, cuando vemos que el poder no se hace servicio sino explotación, cuando los medios anuncian agresividad, violencia, robos, cuando de hecho se da la liberación de la droga,… ¿qué estamos viendo? Vemos manar del interior de muchos hombres y mujeres la parte negra, la zona oscura del corazón humano. Estamos en tiempo difíciles, pueden tornarse más difíciles todavía. ¿Qué hacer?, más allá de lo que cada uno pueda incidir dentro de su ámbito en la sociedad, nada cambia si no cambia primero el corazón del hombre. Es en esta perspectiva que la devoción al Corazón de Jesús se hace hoy intensamente actual. El problema del hombre es su corazón, mejor dicho lo que abunda en él. El Padre J. Kentenich solía decir que “el corazón es un trono, y en el trono del corazón siempre hay alguien sentado, Dios o un ídolo…”

¿Cómo avanzar en la sanidad del corazón? Jesús nos vuelve a dar la pista: “Donde tengáis vuestro tesoro tendréis el corazón” (Lc. 12,34) ¡He aquí el “punto”! ¿Quién es nuestro tesoro? Si Dios es nuestro tesoro, el nuestro será un corazón semejante al de Jesús, es decir: un corazón que desborda amor. Cuando hacemos referencia al Corazón de María, lo llamamos “inmaculado”, esto es: un corazón colmado de puro amor. Nada hay en ella que no sea amor. El Corazón de María latió “antes” que el Corazón de Jesús. El de Él comenzó a latir en María y los unía una misma sangre, esto es una misma vida unía ambos corazones.

Hoy necesitamos “trabajar” el corazón. Necesitamos colmar de amor nuestro corazón, no sabemos ni podemos hacerlo solos, necesitamos de la amistad de Jesús y la ayuda maternal de María. Hoy hay muchas realidades que pugnan por “sacar” de nosotros lo menos bueno, incluso lo oscuro. No podemos ceder, la meta es clara: hoy el Evangelio se anuncia viviendo más que hablando. Hay inflación de palabras vacías, sólo una vida plena de contenido atrae y alienta lo más noble y pleno. Si los discípulos de Emaús dijeron “¿No estaba nuestro corazón en ascuas mientras nos hablaba por el camino…?” (Lc. 24,32); lo mismo necesitamos nosotros: ¡que arda el corazón en y por la bondad de Jesús! Definitivamente, contemplar el Corazón de Jesús no es una devoción desencarnada, es una respuesta a nuestra vida hoy. Pero, el Corazón de Dios hecho hombre está traspasado, abierto como una ventana que llama a la intimidad y la interioridad: al “amor más grande”.

Como adoradores sabemos de la amistad con Jesús. Lo adoramos con el corazón y lo contemplamos con los ojos luminosos de María, única manera cierta de “saber” de Él. Desde el Santuario de Sión les mando un cordial saludo. Que Dios les lleve en la palma de su mano y les bendiga:
P. Alberto E. Eronti

7/6/09

Tu acción, repercute en mí

Hay personas que se dicen para sí mismas: “Tú haz lo que quieras, y los otros ya se apañarán”. O también esta otra frase: “Ése no es mi problema”.

¿Alguien piensa que esto puede ser verdad? En ese caso, ¿dónde quedaría la dimensión social del hombre? O ¿es que el hombre vive sólo, alejado de los demás? Quien pueda opinar así, está equivocado. ¿Nadie recuerda la huelga de camioneros y la repercusión social que generó?

Un hombre, quemando un rastrojo, prendió fuego a miles de hectáreas de monte de pinos. ¿No es cierto que su error lo pagamos todos? Y en el de Guadalajara murieron unas personas. ¿Eran ellos culpables del mal que cometió el otro?

El hombre y su vida influye en la vida de los demás hombres, desde lo más ínfimo de un pensamiento, en el interior de tu habitación, influye en la vida de muchos.

Y esos conductores que borrachos causan un cadente mortal a otras personas. ¿Son estas víctimas culpables de la borrachera del otro? Ellos no habían bebido una gota de alcohol, habían cumplido las normas, los preceptos y mandamientos, y sin embargo, pagan las consecuencias del mal uso de la libertad de un tercero. ¿Es esto justo?

Conozco a una persona que perdió a su madre, porque un borracho, conduciendo fuera de la ley, se subió a la acera y la aplastó literalmente. ¿Quieres que le preguntemos a esta persona cómo se siente?

No busco abrir heridas viejas, ni tampoco crearlas, tan sólo deseo meditar en voz alta, y quizás con algún error, que el mal siempre tiene una dimensión social. Es decir, el pecador, cuando peca, cuando no cumple con las normas de Dios, cuando va en contra dirección, siempre su error alcanza a más personas. O sea, el pecado tiene una dimensión social, dañina y perjudicial en todos los casos, por poco que pueda parecernos.

Y ¿cómo reparar el daño? A nivel humano ya se sabe, depende de la justicia, como dicen algunos, del juez que te toque. Pero a nivel supra humano, en lo divino, siempre tiene que haber oración de reparación, almas víctimas que se ofrecen por otros, con sacrificios, con ayunos, con mucha oración... Por eso, ya desde la antigüedad lejana, se decía que si querías ser feliz, habías de cumplir los consejos que Dios te da para serlo.

Este es el gran mensaje, el del amor, el del respecto, el de la unidad, yo en ti y tú en mí, en perdonarnos, en ayudarnos, el vivir unidos al Padre, al Hijo y al Espíritu. ¿Buscas la paz en tu corazón? Sólo en Él la puedes encontrar, guardando todo lo que nos ha mandado. Para mí, es muy cierto cuando dice: “Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”.


PD.: ¿Os puedo pedir un favor? Recemos por esas personas que han perdido a algún familiar de forma tan injusta, por la temeridad, la imprudencia, y el pecado de otros.

Santísima Trinidad, dales la paz de corazón y que puedan vivir felices. Aunque como a mí me ha hecho tanto bien, “si puedes, añádeles la fe”.