23/11/08

Gracias

Sin saberlo, sin ser consciente de ello al principio, empecé a escribir por un impulso desde la oración, el primer domingo de adviento del pasado año 2007, es decir, llevo un año escribiendo en este blog.

A veces he dudado de hacerlo, porque he creído que nadie lo leía, que nadie lo seguía. Una tentación, como me explicó la hermana Manolita: ¡No caigas en eso! Sigue.

Y así lo hice, pero a veces he pensado: los cristianos, qué raros que somos, no participamos en nada. Y enseguida, “alguien” me dijo: “no juzgues”. Y es verdad. También obedecí.

Lo cierto es que hay pocos escritos que se hayan quedado sin ningún tipo de comentario añadido. Algunos, habéis entrado varias veces, como Emilia Mari, María Arregui, Mª Ángeles, Eduardo Climent, Leonor, Luís García, Santiago, el padre Alberto Eronti, (que nos regaló un escrito elevadísimo para la Pascua), el padre Germán, y anónimos.

Os confieso que mi debilidad es tan grande que cuando he visto vuestras entradas en los comentarios me he llenado de alegría. Gracias a todos, porque el contador de las entradas ha superado ya las 14.000, lo que indica que son más de 1.000 por mes.

Por países está España, Francia-Lourdes, Italia, Ucrania, Polonia, México, Canadá, Estados Unidos, Canadá y Argentina, un recuerdo muy especial desde aquí a la madre Concepción, fundadora de las Adoratrices del Santísimo, y también a la familia de Schoënsttat en Argentina, con un especial y afectuoso saludo al padre Alberto Eronti que tanto bien nos ha hecho a esta familia.

A todos vosotros, en general, gracias, por tanta oración y por vuestro cariño. En ocasiones hacemos maravillas con otros sin darnos cuenta, y todo eso lo sabe el Señor.

Gracias a su Gracia, por poder escribir todo esto. ¿Quizá sea un libro litúrgico del año 2007-2008? Quién sabe.

Y gracias a Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, a su esposo san José que en tantas ocasiones nos presta esa ayuda silenciosa y no nos damos cuenta. ¡Qué suerte que he tenido!

La providencia de Dios es así, si me dejo en Él, se vuelve loco de alegría, y entonces ocurre un milagro tras otro, de este modo Él trabaja desde mí y desde vosotros.

Gracias, Señor Jesús. Cómo me voy a olvidar de ti, si tú eres mi alegría, ¡Qué Alegría!, por haberte conocido. Y tras la alegría llega siempre la felicidad, ¡Qué Felicidad! Es el libro que le sigue. ¿Cuándo, Señor, dispondrás que se publique, y por quién?
Gracias.

3 comentarios:

  1. Anónimo21/11/08

    Yo también he tenido mucha suerte al haberte conocido.
    Te quiero.

    Yuss.

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  2. Anónimo25/11/08

    creo que toda la gente q te conoce tiene mucha suerte. tienes muchisimo que dar de ti

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  3. Anónimo26/11/08

    Nunca en mi vida he tropezado con nadie como tu, tan, tan,..no se que.desde que te conocemos mi familia y yo hemos cambiado nuestra concepcion de la vida y doy gracias a Dios por tener personas como tu, con sentido del humor, con paciencia, picardía (sana)y "savoir fair". ¡que alegría! de haberte recuperado en la fe . Graciaas Tono por ti y por Mª José, por Jose Mª, por el Padre Enrique, por Rosa y familia y por el Cenaculo al que he llegado por medio de tí. Gracias.
    Paz y Bien

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