7/9/08

El amor todo lo puede

Hoy en día, muchas veces, escuchamos la siguiente frase, o parecida al menos: “No es mi asunto”, “No es mi problema”.

¿A que tú también la has escuchado mil veces? Y sin embargo, nada tiene de cristiano, ya que Dios nos dice que nos ha puesto de atalaya para vigilar y dar la alarma.

¿Qué es una atalaya? Entre una de sus acepciones, según el diccionario, se trata de una persona que se encarga de vigilar desde un lugar apropiado, una elevación del terreno ,una torre, un vigía, y su fin es el de avisarnos en caso de peligro.

Así que dices que no es tu problema. ¡Claro que lo es! Tú tienes que avisar a tu hermano de su mala gestión, de su actuación equivocada, porque si no lo haces, tú mismo tienes parte de su responsabilidad, parte de su delito es tuyo, por omisión. Ahora bien, si tú le has avisado, si le has sugerido que cambie de conducta y no lo hace, él es responsable de su muerte.

¿Y por qué hay que actuar así? Por amor. Como dice san Pablo, “el que ama a su prójimo tiene cumplida el resto de la ley.” Es decir, el cristiano tiene una obligación: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo.”

No endurezcas tu corazón, ¡no es mi asunto!, escucha la voz del Señor, e intenta ayudar, prestar un servicio de socorro a tu prójimo, no eludas tu responsabilidad. No juzgues, no lo abandones, pero inténtalo una y otra vez, en privado. Y si aun así no nos escucha, nos queda la oración, pidamos por él, no lo desatendamos, no lo califiquemos antes de tiempo, que nosotros no somos jueces, uno sólo es Juez.

Pidamos por él, y a buen seguro que no será estéril nuestra oración, aunque nosotros no veamos los frutos, estos llegarán.

Por otra parte, qué felicidad es poder hacer oración, esto mismo ya es una gracia, un don del cielo, ¡y qué bien que se está!

Cuando oramos, el mismo Cielo está con nosotros, aunque a veces podamos pensar que nuestra oración es pobre, no lo es. Ni tan siquiera una coma se pierde por el camino.

Qué compromiso más bonito ser cristiano, durante todo el día. Y al serlo, no vamos solos, nunca. ¡Somos muchos!

¿Y tú que opinas? ¡Di algo!

6 comentarios:

  1. Tienes toda la razón. No hay que desfallecer nunca y seguir siempre en ese intento de hacer lo posible por mejorar las cosas.

    ResponderEliminar
  2. Anónimo6/9/08

    Yo opino exactamente igual que tu, el amor todo lo puede pero que rápido lo olvidamos.La experiencia de la oración es maravillosa y como bien dices es un don.Pidamos insistentemente el don de la oración y amemonos mucho para así amar mucho a nuestro prójimo.
    Gracias por tus escritos.

    ResponderEliminar
  3. Anónimo6/9/08

    Tienes razón.El amor es como un regalo,un regalo que nos ha dado Dios como recompensa por cumplir
    su oración y su palabra.
    Nosotros somos semejantes a él,pero no somos iguales que el.Y todos juntos tenemos que mejorar el mundo.

    ResponderEliminar
  4. Anónimo6/9/08

    Normalmente, cuando tenemos la opcion de dejar atras lo nuestro o ayudar a alguna persona, nuestros allegados nos aconsejan: "ya se apañará, tú a lo tuyo", porque quieren lo mejor para nosotros.
    Nos aconsejan la opcion que creen más oportuna, y haciendo esto estan intentando hacer lo que pone en el texto: ayudar al projimo, avisarle de que va a hacer algo que no será beneficioso en su vida, como dejar lo mio y ayudar a este otro.
    No los tengamos por mal porque buscan lo mejor para nosotros.
    A veces es dificil tomar una decisión porque si ayudamos a aquel, tenemos que dejar nuestro trabajo por ejemplo. Y dejando nuestro trabajo seguramente nos sentiremos bien por sacrificarnos por el prójimo, pero lo más probable es que al dejar nuestro trabajo alguien salga perjudicado, y hacemos tanto de bueno como de malo. Depende mucho de la situación para hagamos una cosa u otra.
    Yo normalmente intento no aconsejar si no estoy muy seguro y no se todos los datos de problema,y menos si de mi consejo dependen más personas.
    Para poder dar una opinión hay que tener la certeza de que no erraremos y de que tenemos la razón, y aunque lo creamos asi todabia cabe demasiado sitio para el error.
    Otras veces se plantea la situacion en que un amigo o pariente va a hacer algo malo, como un pecado, y él no sabe que es malo o que es un pecado.
    Si yo se que aunque le diga que es malo lo va a hacer, lo único que voy a provocar va a ser que despues se sienta mal con su conciencia.
    Asi que yo opino que antes de hacer algo hay que tenerlo todo muy claro y saber que cabe la posibilidad de que nos estemos equivocando. Por ejemplo esta opinion mia, yo la pongo porque creo que podría estar cerca de la verdad, o por lo menos tal vez sira para que alguien que no lo habia visto de esta manera piense sobre ello, pero tengo muy presente que puedo estar equivocado en todo.

    ResponderEliminar
  5. Anónimo6/9/08

    Creo que lo más facil para conseguir realizar esa función de atalaya, es empezar por nuestros círculos más pequeños, la familia, los amigos, ya que podemos hacerle "críticas constructivas".

    Por cierto, a lo mejor atalaya significa "lo que está elevado" porque es A TAL - AYÁ!!

    ResponderEliminar
  6. Anónimo9/9/08

    Germán:creo que,desde nuestro bautismo cristiano,fuimos constituidos atalayas.Y ya adultos,nuestra forma de vivir se transformaría(por nuestra fe,esperanza y amor fraterno),en una ayuda verdadera para combatir a cualquier enemigo que nos aceche.No obstante,en algunos casos,si lo creemos necesario,deberemos avisar y ayudar a quien corra algún riesgo o peligro.

    ResponderEliminar