13/5/10

En Fátima también he llorado de emoción



13 de Mayo 2010

Hoy, jueves que reluce más que el sol, hoy, hace unos años se celebraba la fiesta de la Ascensión del Señor Jesús al cielo. Y hoy, este mismo día la Virgen del cielo ha bajado a Cova de Iria.

Dios asciende al cielo y, su Madre, nuestra Madre, viene aquí, a nuestra tierra, a nuestro trabajo, a nuestras casas, a recordarnos que el Cielo, que su Hijo Jesús, que el Todopoderoso, nos espera allá arriba, verdadero lugar para nuestra permanencia eterna.

La Virgen nos pide que recemos, que recemos mucho, que la penitencia y los sacrificios, también son oración, que los sufrimientos aceptados y ofrecidos por al Señor y desde el amor, que es una corriente continua, pues como digo, siempre es una oración poderosísima.

Algunos miembros de los Sacerdotes, han cometido gravísimos delitos, como pasa en todas partes, incluso anestesistas de fama, jueces famosos, ni que decir de algunos políticos...como pasa en todas las instituciones. La Iglesia, vive un periodo buenísimo de purificación y es preciso hacer limpieza de toda la casa, de todos los rincones, quitar el polvo e incluso la suciedad de encima de todo lo necesario para nosotros, y ahí, precisamente aparece milagrosamente la Virgen, pidiendo oración, que recemos el Rosario.

¿Me permites una pregunta íntima? ¿Cuánta oración haces al día? Quizás, si sumas los minutos la cifra no sea muy alta.

¿Me permites otra pregunta? Gracias, y de esta oración, ¿cuánta haces por los Sacerdotes? Ya lo se, pero no te sientas mal, posiblemente, tenías que sentir esto, para darte cuenta de lo necesaria que es la oración por los sacerdotes, para que vivan entregados a Dios, y se olviden de otros rollos.

Creo que donde hay un Sacerdote santo, allí, en esa comunidad, hay un pueblo santo. ¡Son el punto de mira! Unos para disparar contra ellos, incluso con la mentira, y otros, tu y yo, somos sus escudos, con la oración.

Nada pasa, ni pierdes tu paz, si tienes el Rosario en la mano, no como un amuleto, sino rezándolo.

La Virgen baja a la tierra para recordarnos que el cielo, nos espera. Muchos no lo saben, no tienen la suerte de conocer a Dios, ni a su Madre, ni a San José, pero nosotros hemos de rezar por todos ellos mucho, lo pide la Virgen, para que algún día, cuando sea, conozcan al Espíritu Santo.

Yo, sólo puedo, dar gracias a la Virgen en Fátima, Madre de Dios y Madre nuestra, y os voy a revelar un secreto: me encanta el papa que tenemos, me llena de orgullo ser Cristiano hoy, con Benedicto XVI.

Madre Santísima, ruega por la Iglesia.


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