30/3/09

En relación con el aborto

Por Mª Isabel Soriano

Hola a todos (porque de toda la vida el masculino ha sido el genérico para referirse a chicos y chicas. No me hace falta que me digan expresamente todas si después se defiende lo que se defiende):Después de ver el mail que ha mandado ... de lo del aborto, y tomarme un rato para que se me recompusiera el estómago, que no el alma, no puedo quedarme callada. Esta vez no. Si miráis nuestra Consti (nuestra Constitución Española, Carta Magna de TODOS los españoles, pese a quien le pese, la madre de todas la leyes como nos enseñan en la facultad), en el artículo 15 se dice que *TODOS* tenemos derecho a la *vida*, y a la *integridad física *y moral, sin que en ningún caso puedan ser sometidos a *torturas*..., etc.

No se dice Toda persona, se dice todos.(Nuestro código civil no considera que somos personas hasta que el nacido pasa 24 h enteramente separado del seno materno, y después lo aplica retroactivamente)Este artículo está en la sección más protegida de la Constitución. En la que goza de todas las garantías.¿Qué pasa, que lo de la tortura es sólo para los delincuentes, para que no los empujen y los traten con el máximo de los cariños y los respetos cuando han violado, matado, o robado? Pues no,...es como dice el Artículo 15, para TODOS.
Si dijera "toda persona", se podría comprender el debate de si hay persona o célula, en las no se cuantas semanas de gestación. Pero es que no ha lugar!!!Además de la nada no surge la vida,¿o no?.Si alguien en este mundo, para no asumir sus responsabilidades como ser humano, no ve que lo que ha mandado Ana es ataque contra la vida y tortura, me matan por dentro, y me dejan sin esperanza. No vamos bien por este camino, no vamos pero nada bien.

Pero, ¿desde cuándo se ha dado por hecho que la existencia es fácil? Es una constante lucha y una constante prueba.¿Qué pasa, que el camino ancho y trillado mola más?, pues nada, vamos todos por el, no respetemos nada, total la vida ha perdido todo su valor. Vamos a matar todo lo que nos moleste. Que me quedo embarazada y no me viene bien, pues mato, que tengo que cuidar a los mayores y tampoco, pues los mato, que me molesta mi compañero de trabajo porque gana más que yo, pues también,... porque si empezamos por lo más indefenso,¿dónde hay que parar?.Y si yo, que no se nada, veo en ese artículo 15 una adecuación a tipo perfecta para poder oponer toda la fuerza de nuestro sistema jurídico a lo que están tratando de hacer, ¿que pasa con los que si que saben?.

Me siento manipulada, traicionada y sola. Es como si estuviera viviendo en un mundo al revés. Esto parece el cuento del pozo que contenía agua que volvía loco a todo el que bebía de él. Al principio bebe un vecino, se vuelve loco y todos los demás se sienten apenados por él. Poco a poco, todos los vecinos van bebiendo (se ve que estaría fresquita y buena,... >:o ), hasta que sólo queda el Rey en su sano juicio. Pues bien, todos los vecinos estaban apenados porque el Rey había perdido la razón. Finalmente cuando bebe del pozo, todos celebran que haya recuperado el juicio. Pues sabed todos, que aunque me quede sola, no sepa argumentar y me falten conocimientos para convencer, no pienso beber del puñetero pozo. Mi búsqueda es la verdad. Mi súplica verla con claridad, porque cuando la veo, no creáis que se me arrastra con facilidad, al otro lado. Es este caso la cosa está clara,¿no?. Bueno, un abrazo a todos, y disculpad si el que sea lunes me ha afectado un poco el tono.
Buf, voy a ver si me tranquilizo un poco .

29/3/09

Cristo nos atrae

En aquellos tiempos los profetas intentaban que los hombres cambiaran su vida de pecado por una vida más santa. O lo que es lo mismo, decir que debían ser más buenas personas. Esto hoy es algo que todos queremos, de un modo u otro, y tan solo la ayuda de Jesús nos da esa paz y esa tranquilidad para caminar por esas aguas turbulentas de nuestra realidad.

También hoy hay profetas que nos piden un cambio de actitud de nuestro egoísmo, de sólo mirar para lo nuestro. El mundo es un campo de cultivo, y lo es de todos, para todos. Depende de lo que yo siembre para que recoja en proporción, pero no puedo olvidar lo que decían los antiguos profetas: que nuestros propios hijos recogerán de lo que nosotros estamos sembrando ahora.

Este domingo queremos ver a Jesús, y cómo la noticia se va escampando de boca en boca, como yo te lo cuento a ti, y de cómo tú lo vas a contar a otros. Y precisamente eran los griegos quienes habían oído hablar de las hazañas de éste. Eran no creyentes, pero estaban admirados de cómo vivía en sabiduría, y de cómo su vida, con sus obras, daba testimonio de sí mismo.

Pero Jesús nos habla de la gloria de su pasión, de cómo nosotros podemos reconvertir nuestro dolor y mucho sufrimiento en gloria de Dios: tan sólo ofreciéndoselo. ¿Quiere decir que debemos de ser masocas? Por supuesto que no, pero cuando venga, sí que hay que convertirlo en oración santa. ¿Cómo? Ofreciéndolo a Jesús, y Él pondrá el resto.

Cuando tu alma está agitada, sólo Él la puede calmar. ¿Cómo? Ofreciéndolo, y poniéndote en su confianza, abandonándote en sus brazos. ¿Podría quizás pedir que me libre de las angustias que me turban? No va a poder ser, “porque para eso he venido”, nos dirá Jesús. Él no rechazó la cruz, y lo hizo por amor al Padre, en obediencia amorosa, con total confianza de que de este modo vería la gloria del Señor: la Resurrección Gloriosa.

Pienso que tan sólo desde la oración podemos llegar a comprender “algo”, y esto es un gran regalo de sabiduría, y así hacer comunión con Él, y Él se hará en nosotros mismos.

Algunos piensan que el ayuno no es necesario, os pido perdón por no estar de acuerdo. El ayuno por amor se convierte en un regalo de amor, que en manos de Dios seguro que beneficia a muchos. ¿A cuántos? Ni lo sé ni lo quiero saber. Pero no es en vano. Ahora bien, el ayuno por rutina, quizás tengas razón, y no sirva de nada.

Te ruego me vuelvas a disculpar por no pensar como tú, pero desde el ayuno, hecho como digo, la luz te ilumina “más”. Jesús, Dios Todopoderoso, nos dice, quien quiera ser cristiano que me siga, y “donde esté Yo, allí estará también mi servidor, a quien me sirva, el Padre lo premiará.”

¿No es una maravilla?

22/3/09

Dar un buen consejo

“Dime con quién andas y te diré quién eres”. Cuántas veces se ha dicho este refrán, y posiblemente sea verdad. Si vas con malas compañías lo normal es que acabes mal. Moverse en determinados ambientes raros y perversos suele conducirte a ellos sin remedio. Antiguamente se decía este otro refrán: “Quien no quiera polvo que no vaya a la era”. Son expresiones de la sabiduría popular, que en muchas ocasiones son ciertas.

Mi pregunta es: ¿Quién, viendo que su hijo, sus hijos, van con malas compañías, no intenta enmendar su camino? ¿Quién, si ve que su propio hijo anda metido con gente del mundillo de las drogas, no intenta acabar con esa relación? ¿No es acaso lo más normal del mundo que si unos padres ven algo muy oscuro intervengan para ayudar a su hijo? Y ahora mi pregunta va un poco más allá: y esto, ¿lo hacen los padres por egoísmo, para estar más tranquilos? ¿No será que queriendo a su hijo le desean lo mejor del mundo, e intentan ayudarlo?

Ciertamente es una actitud del amor de los padres para con sus hijos. ¡Siempre queremos lo mejor para ellos!

Conozco una ocasión, de personas cercanas, que a pesar de todos los intentos y esfuerzos por salvar a su hijo de esa situación tan complicada, no lo consiguieron. Los padres lloraban amargamente el día que lo enterraban. Llegaron tarde, su hijo estaba metido hasta el cuello.

Tiempo después, tuve la ocasión de charlar con el padre, y se sinceró conmigo, “tenía que haber actuado antes, pero no me enteré de lo que hacía mi hijo hasta que fue demasiado tarde”.

Qué natural es que los padres intenten actuar para el bien de sus hijos, por amor, procurándoles una buena vida. Pero, ¿no nos estaremos equivocando al darles tanto de material y tan poco de espiritual? O lo que es lo mismo, ¿no estarán sobrando tantos bienes y estarán faltando esos valores morales que dan la dignidad a la persona? En mi opinión sí, en muchísimos casos.

Así veo yo a Dios, nos ama tanto, desea tanto nuestro bien, que se pasa la vida intentando llegar a nosotros, comunicándonos del único modo posible, con el corazón. Ya en el Antiguo Testamento nos fue enviando a sus profetas, pero no hicieron caso, y el pueblo fue deportado a un país extranjero, algo parecido a la muerte, hasta que se cumplió una profecía del profeta Jeremías. Posteriormente, en ese derroche de lo que es Dios, en su amor lleno de misericordia, Él mismo manda a Jesucristo, verdadero hombre y verdadero Dios, para enseñarnos el buen camino, para que abandonemos las malas compañías, para que busquemos de todo corazón lo que es auténtico y nos llena de felicidad. ¿Es tan difícil pensar que actúa por amor? ¿Por qué no se le hace caso entonces?

Somos complicados y quizás mal pensados, pero yo estoy convencido de que tan sólo hay un gran amor por parte de Él, y desde siempre y hoy mismo lo único que nos pide es que nos dejemos amar.

¿Es esto tan difícil de creer? ¿Tú qué crees?

19/3/09


CONSAGRACIÓN A SAN JOSÉ



Oh Glorioso Patriarca San José, heme aquí, postrado de rodillas ante vuestra presencia, para pediros vuestra protección.
Desde ya os elijo como a mi padre, protector y guía. Bajo vuestro amparo pongo mi cuerpo y mi alma, propiedad, vida y salud. Aceptadme como hijo vuestro. Preservadme de todos los peligros, asechanzas y lazos del enemigo. Asistidme en todo momento y ante todo en la hora de mi muerte. Amén.

15/3/09

El dinero no lo es todo, el hombre vale más

Tengo un amigo que me dice que lee estos escritos según el título que les doy. Gracias por leerlos. Eres una buenísima persona, siempre lo supe, como sabía que un día encontrarías lo que andabas buscando, que merecías mucho más, y quiero que sepas que cuentas conmigo siempre.

Hoy, este domingo, quizás nos trae la solución a la crisis tan impresionante que vivimos, la lectora del evangelio escogido, y para los que no tengáis en casa este libro lo podéis encontrar en el buscador de Internet escribiendo “San Juan 2, 13-25”. Lo leéis y volvemos a encontrarnos aquí. Si tienes una pequeña Biblia por casa, no te hace falta Internet.

Se acercaba una gran fiesta, como lo pueda ser la nuestra de San José, y Jesús, como uno más, subió a Jerusalén, pero ¿qué se encontró en la ciudad, en el templo? El dinero importaba más que los hombres, los banqueros de aquella época, que hacían su agosto sin escrúpulos, cambiando el dinero romano (dinero que se utilizaba en toda la nación) por el dinero del templo (que sólo se podía utilizar en el interior del templo), cobrando lo que les daba la gana, a la gente pobre. Eran usureros, y Jesús, viendo todo este montaje, dijo que no, y empezó a aguarles la fiesta, tirando los tenderetes por tierra, hundiendo el negocio de esos mercaderes, de la gran banca, de los que han engrosado sus sacas con el ladrillo, de los politiquillos sin honor ni miramientos, y les dice que la Casa de su Padre, el Templo, era un lugar para la oración, y lo han convertido en un mercado. ¿No ocurre hoy lo mismo?

Les dio la solución en tres días, pero ni ellos ni nosotros lo escucharon, porque hablamos, hablaban, lenguajes diferentes. Jesús miraba por el bien de todos, nosotros miramos por nuestro propio bien. Y sobrevino la gran crisis, Jerusalén fue arrollada, no quedó piedra sobre piedra, aunque esto ocurrió unos años después. ¿Qué falló entonces y qué falla ahora?

La vergüenza, la moral, la falta de valores, el engreimiento.

Sin embargo, yo te necesito a ti, al que estás leyendo, y tú, me necesitas a mí. Somos mucho más que dos hombres. Y si no te lo crees, busca en la física cuántica y lo podrás encontrar.

Jesús no protestó de la fiesta, no le molestan las fallas, ni los petardos, lo que le molesta es la hipocresía, la borrachera, la falsedad, el decir una cosa y obrar otra, el abusar de la libertad de las otras personas, el negocio despiadado de sálvese quien pueda. Eso sí que le molesta, creo yo.

Pero en plenas fiestas, como las de San José, la Magdalena... la oración sigue siendo imprescindible, y si tú no lo ves así, mi querido amigo del principio, es imprescindible el buen deseo de todo corazón, pero no nos olvidemos de que Dios “sabe lo que hay dentro de cada hombre”.

Yo no soy quién para criticar, pero sí que reclamo más honestidad y más testimonio de buenas personas. No nos olvidemos que Dios se hace presente en el ser humano. Que nuestro patrón San José te colme de bendiciones.

Gracias y felices fiestas.

9/3/09

La oración nos transforma al fundirse con la voluntad de Dios.

La oración transforma fundiendo la propia voluntad con la voluntad de Dios, asegura Benedicto XVI.

El pontífice llegó a esta conclusión este domingo al meditar sobre el pasaje evangélico de la liturgia dominical, la transfiguración de Jesús en el monte Tabor junto a los apóstoles Pedro, Santiago y Juan.

Benedicto XVI, dirigiéndose a los miles de peregrinos congregados en la plaza de San Pedro para rezar la oración mariana del Ángelus subrayó que la Transfiguración "fue esencialmente una experiencia de oración".

"La oración, de hecho, alcanza su culmen, y por ello se convierte en luz interior, cuando el espíritu del hombre adhiere al de Dios y sus voluntades se funden, como formando una sola cosa", aseguró.

"Cuando Jesús subió al monte, se sumergió en la contemplación del designio de amor del Padre, que le había mandado al mundo para salvar a la humanidad".
Por eso, recordó el Papa, como explica el pasaje evangélico, "aparecieron Elías y Moisés, para mostrar que las Sagradas Escrituras concordaban en anunciar el misterio de su Pascua, es decir, que Cristo debía sufrir y morir para entrar en su gloria".
En aquel momento, siguió diciendo, "Jesús vio cómo ante sí se presentaba la Cruz, el extremo sacrificio necesario para liberarnos del dominio del pecado y de la muerte".

"Y, en su corazón, una vez más repitió su 'amén'. Dijo 'sí', 'heme aquí', 'que se cumpla, Padre, tu voluntad de amor'".

Como había sucedido tras el Bautismo en el Jordán, siguió recordando, "llegaron del Cielo los signos de la complacencia de Dios Padre: la luz, que transfiguró a Cristo, y la voz, que proclamó al 'Hijo querido'".
Según explicó el Papa hablando desde la ventana de su estudio, "junto con el ayuno y las obras de misericordia, la oración conforma la estructura que rige nuestra vida espiritual".

Por este motivo, el Papa invitó"a encontrar en este tiempo de Cuaresma momentos prolongados de silencio, si es posible de retiro, para revisar la propia vida a la luz del designio de amor del Padre celestial".

Como siempre hace, concluyó su intervención recordando a la Virgen María a la que presentó como "maestra y modelo de oración".

"También ella, en la profunda oscuridad de la pasión de Cristo, no perdió sino que custodió en su espíritu la luz del Hijo divino. ¡Por este motivo, la invoquemos como Madre de la confianza y de la esperanza!", terminó.
Cedido por Zenit

8/3/09

¡QUÉ BIEN ESTOY AQUÍ!

¡Aquí me tienes! Ésta es la respuesta de Abraham a Dios, por dos veces: “¡Aquí me tienes!”

A veces qué difícil es. Recuerdo una ocasión en la que le pedía un favor a un amigo y le dije:

- ¿Me podrías hacer un favor?
- Depende, aún no sé de qué se trata- fue la respuesta que él me dio.

¿Era amigo mío? Qué más da, lo cierto es que ya no le dije lo que quería, pensé que aunque su respuesta fuera que sí, ya no me valía, había algo por delante de la amistad.

A veces lo que nos pide el Señor puede parecernos incomprensible, pero lo cierto es que Él sabe muy bien lo que hace.

Hay situaciones, que, por otra parte, son muy dolorosas y difíciles de seguir, de comprender, en las que da la impresión de que no nos acompaña, de que caminamos solos.

Él viene a iluminarnos y nos eleva al Tabor, ¡qué bien estamos aquí!, para que comprendamos un poquito más, y lo veamos todo mejor.

Lo podemos contemplar en el Tabor de la Palabra, al hacer oración sobre la Biblia, meditar ¿qué nos dice a nosotros? Hacer un rato de oración. De este modo, Él nos habla e instruye personalmente, llevándonos al punto en que estamos tan bien. Veinte minutos, máximo media hora, en su escucha.

Otro modo de vivir en el Tabor es en la exposición del Santísimo todos los jueves, en esa media hora, tan corta, ¡qué tacaños somos con el tiempo para el Señor!, donde se realiza esa oración de tanta altura.

¡Qué lástima que no se exponga en todas las Iglesias, y un poco más, qué menos que una hora a la semana! (168 horas tiene una semana).

Ahí, fijando la mirada de nuestro corazón, Él nos llena y nos revela sus intenciones. ¡Qué bien se está contigo! Y al final la bendición solemne, que traspasa los muros de la misma iglesia.

Por supuesto en cada Eucaristía vivida, seguida y participada al cien por cien, Él nos llena de fuerzas, para que cuando bajemos a tierra, tengamos ánimo de seguirle.

La realidad en ocasiones es dura, no nos gusta, y si no que se lo pregunten a Jesús de Nazaret, pero sin embargo siempre es lo mejor, siempre es lo más acertado, ser seguidores de Cristo, ser Cristo mismo.

¡Aquí me tienes, Señor! Pero ya ves lo que soy, tú me conoces.
Me gustaría conocer tu opinión.

FELICIDADES A LOS HERMANOS DE SAN JUAN DE DIOS


2/3/09

DESDE BUENOS AIRES- ARGENTINA

Madre Tres Veces Admirable
Del P. Alberto E. Eronti




…él es nuestra paz: el que…derribó el muro divisorio,
la enemistad…haciendo las pases…” (Ef. 2,15-15)


Buenos Aires, Cuaresma del 2009

A los miembros del “Círculo de Adoración Monte Sión”.

Queridos hermanos:

En la circular que les envié con motivo del último Adviento, intenté hacer una interpretación evangélica de lo que estaba ocurriendo en el mundo: la crisis económica había puesto de rodillas a los habitantes del planeta. Una economía deshumanizada y centrada en el afán de lucro desmedido, provocó un verdadero terremoto en las naciones del así llamado “primer mundo”, pero la conmoción alcanzó a todos los pueblos sin excepción. Ya hay millones de personas que han quedado sin trabajo y todo hace pensar que crecerá el número de indigentes. Los “termómetros” de la economía global oscilan constantemente y los ojos de millones de personas están fijos en los índices con los que se mide el sube y baja de la misma. La inseguridad, la incertidumbre, el miedo al futuro próximo se instaló fuertemente en el sentir colectivo, produciendo stress y depresión a quienes se ven obligados a vivir al día.

¿Qué hacer ante semejante situación? Lo primero es recordar que en el centro de la crisis, que como una morsa, está el hombre, es decir nosotros. No son los números los que sufren, son personas. Precisamente, por ser personas, una situación como la que vivimos produce una profunda experiencia de desvalimiento, desazón y desesperanza. ¡Cuántos sueños y proyectos fueron barridos de golpe!

Lo segundo es reaccionar desde dentro de nosotros mismos: cada uno, cada familia, cada grupo humano ha de reaccionar lo más adecuadamente posible. Si no se reaccionara personal y familiarmente, lo que peligrará es lo que alguien llamó muy gráficamente “La paz económica en los hogares”. ¿Qué significa esto? Significa que hay que aprender a “achicar” gastos, renunciar a proyectos propios de un tiempo de bonanza pero no de crisis. ¡Cuántas discusiones entre esposos a raíz de lo económico! ¡Cuántos desencuentros entre padres e hijos por este motivo! Decididamente, no es lógico vivir como si nada pasara, porque pasa y pasará más y hemos de vencer y no ser vendidos por la realidad.

Lo tercero es un control del egoísmo desmedido. La reacción natural de quien experimenta inseguridad material y existencial, es pensar sólo en sí mismo. La situación actual nos brinda no sólo la posibilidad de replantearnos el tema de la sobriedad, la austeridad y la pobreza evangélica, sino también el de la solidaridad, sabiendo ver las necesidades de quienes conviven con nosotros. No puedo sino recordar la parábola llamada “del buen Samaritano”: dos sacerdotes vieron al hombre caído y herido y se alejaron, un pagano también lo vio, se acercó, lo socorrió y llevó para que fuera atendido. Será bueno entrenarnos para ver, para aproximarnos, para ayudar. Esto no sólo nos libera de toda tendencia egoísta, sino que nos hace libres y por eso más humanos.

En cuarto lugar, y lo que da “alma” a lo dicho, es la mirada de fe. Una antigua publicidad señalaba “donde muchos ven problemas, algunos ven oportunidades”. Se refería a oportunidades económicas, nosotros queremos referirnos a oportunidades espirituales y para el espíritu. Justamente escribo esta carta al inicio del tiempo litúrgico de la Cuaresma. En la catequesis se nos enseñó que es un tiempo de “hacer penitencia”. Dicho así no se entiende todo lo que significa: la Cuaresma es una oportunidad que nos brinda Dios en la vida de la Iglesia año tras año. Es una oportunidad para la libertad, para la pacificación, para la reconciliación, para la esperanza… La otra palabra que aprendimos es “conversión”. La conversión es “ir a más”, ir de menos a más. Más humanos y por eso más creyentes, más creyentes y por eso más humanos. La Cuaresma culmina en la Pascua, que significa “paso”, por eso “ir a más”, es pasar hacia, es crecer en lo noble, en lo bueno, en lo justo, en lo solidario, en el desprendimiento, en la libertad. Por fin, la otra palabra es “ayuno”. Normalmente lo canalizamos dejando de comer ciertas cosas o comiendo menos algún o algunos días de la semana. No es malo hacerlo, pero el ayuno principal no es el de la comida sino del desamor. Ayunar de lo que nos desfigura: la ausencia de amor. Amor expresado como comprensión, ternura, servicio, don de uno mismo.

En la cita bíblica que encabeza esta carta, San Pablo hace referencia “al muro” que divide a los hombres: “la enemistad”, cuyo opuesto es “hacer la paz”. ¿Qué muros me alejan del otro o de los otros? ¿Qué muros nos separan? Sólo si sabemos nombrar el o los muros, tendremos la posibilidad de vencerlos y liberarnos. La economía, los bienes materiales, han acentuado los opuestos: ricos-pobres, pudientes-indigentes, empleadores-empleados, etc. Los muros se superan con un puente. No está en nuestras manos modificar la crisis de la economía global, pero cada uno, cada familia, sí tiene la posibilidad de hacer del problema una oportunidad. Sobre todo una oportunidad para la libertad ante los bienes y el dinero, lo que supone una nueva y evangélica escala de valores: lo primero no es la economía sino, y por este orden, Dios, el hombre y la creación, como un bien que compartimos.

El Padre José Kentenich supo decir, hablando de los bienes materiales y del dinero en tiempos difíciles, que hemos de aprender a ser libres de lo superfluo, quizás también de lo útil, y buscar tener lo necesario. Lo necesario no es una lista larga, es la corta lista que asegura y protege la dignidad de cada ser humano. Es esto lo que sí está en nuestras manos y que sí podemos hacer.

Les deseo un bendecido tiempo de Cuaresma, sobre todo con la presencia sencilla de la “paz económica” en cada uno y en cada hogar. Si lo conseguimos, la Pascua de Resurrección nos encontrará más abiertos y anhelantes de vida y de paz. ¡Así sea!

1/3/09

LO IMPORTANTE ES SER

El hombre es importante por lo que es, no por lo que tiene. Vemos llorar con amargura a todos por igual cuando la desgracia los golpea. El que es y el que tiene, como digo, parecen juntarse, unirse en el sufrimiento. ¿Qué te pasa, por qué estás aquí? Y el otro responde, pero acaba diciendo lo mismo, y tú, ¿Por qué estás en la salita del hospital, a quién tienes dentro? Ambos sienten del mismo modo, “es mi hijo”, “es mi padre”, y se debaten entre la vida y la muerte.

La felicidad nos la da el ser, el tener se puede acabar, y de hecho, cuando ya lo tienes, ¿qué hacer ahora? Hay que pensar en algo nuevo para tener. Pero al mismo tiempo qué triste es cuando te falta lo sustancial.

Por eso el Espíritu empujó a Jesús al desierto, donde no se puede tener nada, donde todo equipaje acaba siendo pesado y molesto. En el desierto, que es una imagen, más que una pura realidad, en lo hondo de cada uno, lo que cuenta es lo que soy, no lo que tengo.

Lo que cuenta es un buen marido, una buena mujer, y unos hijos que escuchen a sus padres.

En el desierto tengo que aprender que gracias a las tentaciones, a los dolores, a las privaciones, subo en mi yo personal-espiritual, puedo unirme más a Cristo, y si Él quiere, me irá dando más gracia para seguirlo.

Dios mismo, Jesús, nos enseña con su ejemplo a vivir entre alimañas, pero confiando en que los mismos ángeles nos servirán.

Dios le dijo a Noé, y a sus hijos, o sea, a todos nosotros, a los que ahora viven en la tierra, que hacía un pacto con nosotros, para ayudarnos y acompañarnos en todo momento.

Y hoy proclamamos: “Se ha cumplido el plazo”, hay que actuar, no sirven las medias tintas, ser católico sin un compromiso creo que es ser muy poco. Ser cristiano, eludiendo la responsabilidad que libremente tenemos, quizás nos hace ser “no-cristianos”. Hay que vivir de verdad, dando ejemplo, porque el Reino ya está aquí, y toca convertirse, arrepentirse de todo lo que no me gusta de lo que he hecho y pensado. Hay que vivir el Evangelio, y ¿quién es el Evangelio?, ni más, ¡ni menos!, que Jesucristo.

Se ha cumplido el plazo, ha llegado el momento de actuar desde el corazón, creyendo que todos los que vivimos ahora en la tierra somos hermanos, y quien esté libre de toda culpa-pecado, que tire la primera piedra.

Gracias, Señor Jesús, por tu Gloria.