31/5/09

Ven, a Visitarnos

Hoy, tras tantos acontecimientos en nuestra vida, y en concreto en mi familia, si dejo a mi corazón suelto, si le dejo hablar libremente, tan solo sé decir: bendice, alma mía, a mi Señor, y Señor de todos. ¡Qué grande eres, amigo mío! Y digo esto, no ya porque tus obras son inmensas y grandiosas, sino por la fe que nos regalas, con tan solo que nosotros queramos estar un poquito contigo.

Hay quien me dice que esto es difícil de entender, pero yo no lo creo. Veamos un ejemplo: si alguien riñe con su padre, con un amigo, con quien sea, da igual, ¿cómo se va a presentar el domingo a comer la paella? Si te alejas tú, tendrás que ser tú quien se acerque de nuevo. ¿Es cierto, verdad? Pues resulta que tampoco lo es. Ya que el Padre, en cuanto ve que tú vas para Él, a disculparte, sale corriendo hacia ti, y antes que digas nada, Él te dice: “Pasa, que hoy tenemos paella”.

Pero hoy, y quisiera poder volver al tema, celebramos “la venida y la visitación”. La gran venida a nosotros del Padre, en Espíritu, llenándonos de ánimo y de paz, aun en los momentos más difíciles y complicados de nuestra vida. Incluso en la misma muerte, nos llena de paz. Pero la historia que quiero contar no es esa.

Después de la muerte del Señor, lo pasaron mal, muy mal, y además, como la situación social y política era difícil, tenían miedo. Andaban encerrados con las ventanas atrancadas, para no ser descubiertos. Luego vino la Ascensión del señor Jesús, al cielo, y al marchar, nos prometió por medio de ellos, de los obispos, que enviaría su Espíritu, el que nos llevaría al gozo pleno.

No podía ser de otra manera, todos reunidos en torno a la Virgen María, asiduos a la oración, perseverando en ella, y pasado un tiempo, digamos de preparación, todos sentían lo mismo, como nosotros, cuando hablamos de nuestras cosillas, de cómo hemos visto ese brazo de Dios moverse delante de nosotros.

Cuando fue el momento, estando todos reunidos, el Espíritu se posó encima de cada uno de ellos, de nosotros. Y a partir de ese instante, cada uno tuvo una misión. El Espíritu está en todos, pero claro, si no se dan las circunstancias adecuadas desde la adoración, la oración... pues está como más en el interior, o sea, que se ve menos.

Y hoy, la Virgen nos Visita, con el Espíritu de Dios, hoy tenemos dos grandezas. Y la Virgen, como en Lourdes, Fátima, Guadalupe, Montichiari, como en otros muchos santuarios reconocidos por la Iglesia, nos lanza sus mensajes de amor hacia su Hijo, para poder llenarnos del Espíritu. Es una gran oportunidad, y en estos tiempos de crisis, donde algunos pretenden gobernar desde la inmoralidad, Ella nos recuerda que es gratis, sin hipotecas, sin usureros por el medio. Todo por amor.

“Reparte tus siete dones, Espíritu Santo, sálvanos, llenándonos de tu gozo eterno. Amén”.

5 comentarios:

  1. Anónimo31/5/09

    comamos paella!

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  2. ESPÍRITU SANTO para pensar
    Una madre, queriendo dar ánimo a su hijo pequeño para que progresara en el piano, lo llevó al concierto del pianista famoso polaco, Ignacy Paderewski. Después de sentarse, la madre vio a una amiga y fue a saludarla. El pequeño se cansó de esperar y comenzó a recorrer el lugar hasta que llegó a una puerta donde estaba escrito "PROHIBIDA LA ENTRADA" y la pasó.
    Cuando las luces se apagaron y el concierto estaba a punto de empezar, la madre regresó a su lugar y descubrió que su hijo no estaba allí. En eso, las cortinas del estrado se abrieron y las luces cayeron sobre un impresionante piano Steinway en el centro del escenario. La madre horrorizada vio a su hijo, sentado al teclado inocentemente, tocando las notas infantiles de... "Mambrú se fue a la guerra".
    En aquel momento, el gran maestro de piano hizo su entrada, rápidamente fue al piano y susurró al oído del niño, "No pares, continúa tocando".
    Entonces, Paderewski extendió su mano izquierda y empezó a llenar la parte del bajo. Luego, puso su mano derecha alrededor del niño y agregó un bello arreglo de melodía. Juntos, el viejo maestro y el joven aprendiz transformaron una situación embarazosa en una situación maravillosamente creativa.
    El público, muy emocionado, ovacionó con estruendo el gesto del artista con el niño.
    Para vivir
    Así son las cosas cuando uno está con Dios. Por cuenta propia hacemos lo mejor posible, pero los resultados no siempre salen bien. Pero, con las manos del Maestro, del Espíritu Santo, las obras de nuestras manos adquieren un valor divino, son perfeccionadas y son gratas a Dios.
    Cuando hagamos cualquier actividad podemos escuchar la voz del Espíritu Santo, susurrándonos: "No pares, continúa tocando". Si lo consentimos, sus fuertes manos estarán tocando el concierto de nuestra vida.
    Dice el Papa Benedicto XVI que el misterio de Pentecostés consiste en que el Espíritu Santo ilumina nuestros corazones y, al mostrarnos a Cristo crucificado y resucitado, nos indica el camino para llegar a ser más semejantes a él, instrumentos de su amor.
    Unámonos a la Consagración que se hará y, así como los discípulos estaban reunidos con María esperando la llegada del Espíritu Santo, unidos a La Virgen invoquémoslo a diario: “¡Ven, Espíritu Santo! Llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor".

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  3. De Ade
    Hola Tono,es una lección de amor la que nos das a través de tus escritos,pero lo más importante es que por medio de ellos haces unirnos a los que te leemos a nuestra Madre.No es fácil saber transmitirlo quizás porque no se ha vivido ni experimentado como lo estás haciendo tú.
    Te animo a continuar en este camino,es el mejor para llegar hasta Él.
    Que el amor de Dios impulsado en nosotros por el Espíritu llene nuestros corazones.

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  4. Anónimo1/6/09

    Unahistoria muy bonita y un buen ejemplo, haría falta leerla todos los dias para recordar de lo que es capaz el Espiritu Santo, si le dejamos.

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