16/3/13

Quedan pocas horas

La cuaresma se está acabando, quedan pocas horas, para empezar ese domingo de Ramos, esa aclamación y reconocimiento público, de Jesús como Hijo del Padre, como verdadero Dios, y si nosotros no lo hacemos, si no lo vitoreamos ¡Aleluya!, Entonces lo harán las piedras.

Pero antes, tengo que pensar en estas cinco semanas de cuaresma, ¿ha cambiado en algo mi vida? ¿Percibo algún cambio sustancial? ¿Muere en mí el hombre viejo y renace el nuevo?

Reconozco señor la gracia que me das para querer desear el cambio, este cambio que me es tan difícil. ¿Cómo perder la soberbia? ¿Cómo dejar de creerme mejor que otros? ¿Cómo aceptar que tengo que servir? ¿Cómo aceptar esos rechazos, esos desprecios, esas humillaciones?

Ya lo sé, Tú tampoco las merecías, y, callaste aceptando la voluntad del Padre. Pero yo, ¿cómo lo conseguiré? Me cuesta callar, me cuesta sufrirlos así sin más. ¿Cómo aceptar la discriminación por ser cristiano-católico? Y a veces Señor, vienen de tu misma familia, de algún pariente, y da la impresión de que hagas lo que hagas, está todo mal. Es como si las palabras ya hubieran sido escuchadas en negativo, antes de llegar al oído. Hay una etiqueta que te marca. Creo que no me conocen en absoluto, pienso que soy como un extraño para ellos, que incluso escuchan a cualquier otro antes que a mí.

¿He aprovechado esta cuaresma para darme cuenta de lo necesaria que es la oración?

Si de algo me ha servido, es para esto. He vislumbrado todavía mas la fuerza de la oración, la fuerza del silencio. Quizás, muchos no hayan visto que tu providencia es real, no hayan descubierto su fuerza.

¡A Dios rogando y con el mazo dando! Mi fuerza es débil, y se agota, si no voy contigo, doy mazazos, pero de pronto ya no puedo mas, y ahí, mi querido Señor, ahí, entras tú, y sigues dándome fuerzas, para mas y mas. ¡Incluso durmiendo! Lo dice la Sagrada Escritura:

“ Si el Señor no construye la casa,
en vano se cansan los albañiles;
si el Señor no guarda la ciudad,
en vano vigilan los centinelas”

Y tú, ¿cómo has vivido la Cuaresma? ¿Te ha servido para limpiarte de algo?

¡Qué Dios te bendiga, y te haga un instrumento de Paz!

1 comentario:

  1. Anónimo16/3/13

    La sabiduría divina nos acompaña siempre,la llevamos impresa en nuestro ser:"Dios nos creó a imagen suya". Su Palabra siempre nos está hablando de su amor hacia nosotros,amor no siempre correspondido.
    No abusemos de Dios. Su amor nunca se apaga,es amor infinito portador de felicidad y de paz. Todos estamos necesitados de amor y de perdón. Caminamos hacia Dios con la confianza de verle y contemplarle en la otra Vida. Posiblemente, hemos recordado con frecuencia la exclamación que San Agustín ha dejado en su libro 'Confesiones': "Señor, nos hiciste para Tí; por eso andamos siempre inquietos hasta que descansemos en Tí". En la Cuaresma nos preparamos para celebrar la gran fiesta de la Iglesia: ¡La Resurrección del Señor!. Ojalá saliese de nuestro corazón el grito que hace poco escuchado en la Parábola del hijo pródigo: "Padre: he pecado contra el cielo y contra Tí....... El Padre lo abrazó... lo entró en su casa y empezó un festín..."
    Finalmente, nos dice el salmo 89,4: "Mil años en tu presencia, son como un ayer que pasó..." ¿Tan pronto pasa esta vida? Así es, pero la otra, no: ¡¡Será eterna!!

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