10/3/13

No esperes más. Ponte en camino.

Sentado aquí, meditando junto al Señor, me viene a la cabeza esas personas que ven mensajes de destrucción por todas partes. Ven a un dios, al parecer vengativo, que viene a castigar y a dar muerte a los que no cumplen. Quizá, ¿Hay alegría por pensar que “esos” se van a condenar eternamente? Porque, parece ser que los otros – esos- siempre son más malos, y los de este lado todo lo hacen bien.

Y sigo sentado, mirando al Señor, y me vienen dos imágenes, la primera, o yo no lo conozco de nada, y la segunda, o ellos no lo conocen de nada, porque cuando has caminado un trecho del camino con Jesús, te das cuenta, sorprendido, que tus pies, no tocaban tierra, para que no se llagaran. Cuando vas con tu cruz, y la sientes pesada, clavándose en tu cuerpo, de repente, yendo con Él te das cuenta que no la llevas, que hace un buen rato que no sientes ese peso, que “alguien” parece ayudarte. ¡Y todo por amor!

Sentado, no soy yo quien corre hacia Él, sino que es Él quien corre hacia mi. Es Él, con una paciencia inmensa, quien se acomoda a mis pies, a caminar, que por cierto y dicho sea de paso, hoy es un poco mejor.

Mirándolo, Él me llena a mi, y no al revés. Y la Virgen María, a quien le doy las gracias por aquel encuentro la noche del uno de mayo en la gruta de Lourdes, quien tantas veces viene a mi a socorrerme, y jamás he percibido un regaño, un mal gesto, al igual que su Hijo, nunca me he sentido insultado, al contrario, por mucho que yo me haya equivocado, Él sigue junto a mi, atento a mis necesidades.

Su palabra me llena. Pero para que me llene, la tengo que escuchar con los oídos limpios, que no es otra cosa que con un corazón limpio, pero esto no es posible sino se está en gracia.

No dejes pasar esta oportunidad de vivir el Amor, de volver a su encuentro, en ese sacramento de la reconciliación, y vivir la fe en profundidad.

Ve al Sagrario, si puedes por algunas horas, y notarás cuanto te quieren, cuantas ganas de volver a verte tiene el Padre. Si estás en Valencia, te recomiendo que visites al Santísimo expuesto siempre en la Iglesia de mis hermanas clarisas en el convento de la Puridad, en la calle de la Puridad, junto a la basílica de la Mare de Deu.

El Padre no espera, no es políticamente correcto, sino que sale a nuestro encuentro, y nos da todo lo mejor.

“Ponte en camino”.

Si me preguntas a mi, yo sigo sentado, junto al Señor.

Gracias

1 comentario:

  1. Muy bonito. Gracias, Tono, muchas gracias. Ha sido precioso.

    Miau!!

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