22/5/11

CAMINO, VERDAD Y VIDA.

Este domingo Jesús quiere tranquilizarnos. Aunque el comienzo sea preocupante, la intención es totalmente diferente. Jesús quiere mostrarnos que sólo a través de Él podemos llegar a Dios.

Brevemente, para situaros dentro del contexto: nos encontramos en medio de la Última Cena. Jesús conociendo ya lo que iba a suceder se despide de sus amigos. Sabe que dentro de muy poco va a morir y quiere tranquilizar a sus discípulos.

En primer lugar, Jesús les pide que tengan fe en Dios y en Él también. Jesús comienza a anticiparles el martirio que iban a padecer. Cuando Jesús ya no esté, empezarían a perseguirlos a ellos. Es el camino que Jesús va a caminar ahora. Es el cáliz de salvación que en otros momentos les anunció. De este modo y para tranquilizarles (aunque los discípulos no sepan de qué está hablando) compara la casa de su Padre con un gran palacio. Ese gran palacio está lleno de estancias. Y a esas estancias corresponde otorgarlas Dios. Dios es quien tiene que prepararnos una estancia en su casa, así como preparó la Tierra Prometida (Canáan) al pueblo de Israel. Es decir, si recordáis bien, Moisés sacó a Israel de Egipto para conducirle a la Tierra Prometida. Una tierra donde iban a constituirse y a formar allí su pueblo. Entonces, Jesús vuelve a evocar y a prometer la felicidad eterna a sus discípulos y a nosotros también. Sólo que está vez, Jesús no es la nube que guiaba a Moisés por el desierto, sino que es el camino.

Por lo tanto, Jesús les advierte que va a preparar el sitio, para cuando vuelva Jesús llevárselos con Él. Y además les indica el camino que han de seguir.

En segundo lugar, aparece de nuevo el desconcierto de los discípulos. Es en este caso Felipe en que pregunta cuál es el camino. Jesús responde que Él mismo es el Camino, la Verdad y la Vida. Camino se refiere al Único camino que conduce al Padre, a ese gran palacio con sus estancias; con la Verdad quiere decir que vale la pena realmente caminarlo, ya que conduce a Dios, y por último, la Vida; es decir que la meta de hacer andar el camino es la Felicidad de estar con Dios. Todo esto lo dice porque quien conoce a Jesús conoce también a Dios.

Felipe le contesta que le muestre al Padre y ya está. Jesús le reprende que han estado mucho tiempo con Él y todavía no le conocen. Les dice que a través de Jesús, el Padre actúa con sus obras. Y que por lo tanto que crean en las obras que hace Jesús para creer en Dios.

Jesús nos invita a que cojamos nuestra cruz de cada día y le sigamos. Sólo a través de Él podemos ver a Dios. Sabemos por sus obras que vale la pena, que este camino es el verdadero, el que nos va a dar felicidad y el que nos va a reservar un asiento en el mejor de los palacios.

GRACIAS JESÚS POR ACORDARTE DE NOSOTROS EN LA CASA DEL PADRE. GRACIAS POR ENSEÑARNOS AL PADRE. GRACIAS

SANTIAGO CHECA RUBIO

3 comentarios:

  1. Anónimo23/5/11

    Que Jesús sea el camino, ¿significa que el camino para llegar a Dios, es vivir según sus enseñanzas?.
    Creo que la persecución de los cristianos se inició entonces y ha perdurado hasta nuestros días.¡A la vista está!
    Me gustaría conocer más sobre el sacrificio de Jesús. El Padre, por amor a nosotros, nos entrega Al Hijo.¿Por qué fue necesario que pasara por ese cáliz?.Quisiera saber más sobre la coyuntura en que se desarrollaron todos estos acontecimientos.
    Por cierto...,los perseguidores tienen la batalla perdida, ya os lo digo yo.
    ;-) Saludos a todos
    ***

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  2. Santiago24/5/11

    Querida amigo/a:
    En primer lugar, efectivamente, claro que para llegar a Dios hay que seguir las enseñanzas de Jesús. Durante toda su vida terrena Jesús ha ido instruyendo a sus díscípulos y a nosotros también. Pero, a lo que tu te refieres, a la persecución de los apósotoles, ya se los advirtió otras veces, por ejemplo en Mt 10, 16 dice: Mirad que os envio como ovejas en medio de lobos, en Mt 10, 22: Sereis odiados por todos a causa de mi nombre y por último les aconseja "cuando os persigan en una ciudad, huid a otra". Esta es la persecución en tiempo de los discípulos. La nuestra es diferente. Por eso, lo que Jesús nos pide es que seamos "sagaces como serpientes y sencillos como palomas" Mateo 10, 16. Lo que quiere decir es que si tenemos ocasión de huir de los perseguidores que huyamos, pero una vez nos han cogido no seamos cobardes y le neguemos como hizo Pedro la noche que prendieron a Jesús, sino que demos la cara y confesemos que vamos con Él.
    EN segundo lugar, respecto al sacrificio de Jesús, ya desde el Antiguo Testamento se venía anunciando su muerte. Realmente, Jesús, conocía muy bien de las Escrituras y las cumplía siempre.Jn 19, 24: "Así se cumplió la Escritura: se repartieron mi ropa y echaron a suerte mi túnica". Jn 19, 28: "Jesús para que se cumpliera la Escritura dijo "Tengo Sed"". Por otra parte, dice el profeta Isaias: "Mirad, mi siervo tendrá exito, subira y crecerá mucho. Como muchos se espantaron de él porque desfigurado no parecía un hombre, ni tenia aspecto humano, así asombrará a muchos pueblos... Aquí ese siervo se refería a Jesús.
    Por último, querida amigo/a, si que es verdad que fue una muerte espantosa, pero ahi tengo que decirte que esa era la manera en la que los romanos "practicaban su justicia". Hoy en día, gracias a Dios, tenemos otras formas, que no sé si serán mejores o peores que la muerte en la cruz.
    Espero haber respondido a tus preguntas.
    Santiago.

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  3. Anónimo24/5/11

    Jesús no sólo es camino por sus enseñanzas, sino también por su vida y por su mediación. Jesús no era un filósofo que enseñaba cosas, sino el Mediador perfecto entre el Padre y nosotros. Es decir, no basta con hacer lo que enseñaba Jesús, sino, como dice san Pablo, hay que hacer que el mismo Cristo habite en nosotros, se aloje en nuestro interior y nos llene de vida, y de vida eterna y abundante. Eso no se consigue sólo haciendo lo que Él nos enseñó, sino orando mucho y hablando mucho con Él a través de la oración y del discernimiento diario de dónde está Dios en todo cuanto hacemos, percibimos, ...

    Cuando hablamos de la entrega que el Padre hace del hijo, no estamos diciendo que el Padre nos lo de para que le matemos, sino para que le acojamos y aprendamos de Él. Lo que ocurrió entonces, y que aún hoy está ocurriendo, es que cuando alguien nos enseña que la verdadera riqueza está en dar más que en recibir y que los que más cuentan para Dios son los que menos cuentan para la sociedad, la sociedad lo considera peligroso y decide acabar con ese alguien, sea quien sea. Debía quedar claro que el Reino de Jesús no era de este mundo, por eso no interviene el Padre hasta el final, es decir, cuando resucita al Hijo y queda claro para todos que Él era el Hijo de Dios.

    En pocas palabras, la voluntad del Padre era que Jesús nos redimiera con su vida, pero los sacerdotes, escribas y doctores de la ley vieron que su "negocio" de mediaciones divinas peligraba, y decidieron quitarlo de en medio. Por eso, Jesús, nos redimió por su sangre. No es que el Padre quisiera que el Hijo muriera en la cruz, sino que aceptó esa ofrenda, ya que el Hijo, no podía hacer nada más que ofrecerse en sacrificio. Es lo que san Agustín llamó el "admirable comercio": Jesús asumió todo lo malo que hay en nosotros para hacernos partícipes de todo lo bueno de Dios.

    Por desgracia, el mundo sigue funcionando igual, y a los cristianos no toca seguir siendo la moneda de cambio en ese admirable comercio.

    Un beso a todos.-

    Juan.-

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