22/11/09

¿Haces lo que debes?

Hoy en día, podríamos decir que Pilato, se debió “rayar” un montón, ya que a una respuesta suya, la máxima autoridad romana, el responsable final en aquellas tierras, Jesús, le contesta con otra pregunta, un tanto a la gallega, pero además, el nivel de su pregunta es otro. Debió Pilato quedar desconcertado, mirando a un hombre ultrajado, atado de pies y manos, sin posibilidad de escapatoria. ¿Eres tú el rey...? ¿Qué has hecho, para que los tuyos te odien de esta manera?

¿Cómo podemos nosotros, desde aquí, medir el Reino de Dios? ¿Cómo comprender que clase de Rey es? Y la respuesta es sencilla, ¡cualquier niño la habría comprendido! “ Mi reino no es de este mundo”.

Es decir, no podéis ni imaginaros lo que vais a ver, ni lo que oiréis. “Soy Rey. Y para esto he nacido, y para esto he venido al mundo; para ser testigo de la verdad” Algo a lo que todos nosotros estamos llamados, y que debe resonar con una fuerza extraordinaria en nuestros oídos: ¿Hago lo que debo? ¿Estoy siendo un buen testigo?

El tiempo se acaba, apenas quedan unos días, de está liturgia que nos recuerda que la vida tiene un final, y que para vivir en el Reino, hay que vivir en la verdad, porque “todo el que es de la verdad escucha mi voz”.

Quizás, hoy mas que nunca, se podría decir: ¿estás preparado para dar el salto definitivo a la verdadera vida? ¿eres consciente de lo que estás haciendo? Si pensáramos esto mas a menudo, en la vida habría mucha mas alegría, y mucha menos crisis existencial, que es la verdadera responsable de la crisis humana y de toda esa crisis económica. Dime donde tienes tu tesoro, y te diré donde está tu reino, el del cielo, el único reino verdadero, el único reino con un Rey de verdad, el que vino a servir y no a ser servido.

Que importante es servir en la vida, en el trabajo, el ser útil. Aquí radica la verdadera felicidad, no en ser más, en tener más, en aparentar más. Servir cada uno desde su faceta, el sacerdote, con el celo encendido, celebrando la Misa, como si fuera las primeras con el amor encima del altar, ¡la única forma de contagiar algo! Hay que tener para poder dar.

Cada uno desde su trabajo, el obispo entregándose a todos, el catequista, el médico, el fraile, el arquitecto... en definitiva, tú, no mires para otro lado. Todos, hemos de repasar si somos verdaderos testigos de Jesús, si hacemos lo que debemos, con verdadero gusto, comprendiendo que un día esto, se acabará y, llegaremos al encuentro de Jesús, al verdadero Reino, donde podremos gozar de la vida eterna.

“Todo el que es de la verdad escucha mi voz”


Gracias, os pido a todos vuestras oraciones, por un problema grave de mis pulmones. ¡Qué el Rey os lo pague!

1 comentario:

  1. "El honor consiste en hacer hermoso aquello que uno está obligado a realizar"
    Alfred Victor de Vigny
    Yo estoy en ello.Es una de mis luchas personales.
    ¡Gracias por guiar!

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