2/12/07

¡Ay de la casa que no se limpia!

Ermita de la Milagrosa en Puzol, junto a la Cruz Gloriosa


Recuerdo una ocasión, en la que salimos de viaje, y tuvimos que dejar nuestra casa vacía durante un tiempo. Debido a unas obras que había cerca, tapamos todas las ventanas y puertas con unas telas, para que por las juntas no entrara el polvo, y de este modo mantener la casa limpia en nuestra ausencia.

¿Cuántas veces te ha pasado esto mismo?

Ya conoces la respuesta, al volver, al regresar de nuestro viaje, todo estaba lleno de un polvo fino y blanquecino. ¿Cómo es posible? Y qué más da, allí estaba.

Pues creo que en nuestra vida, en el desarrollo de la misma, en ese peregrinar, hay cosas buenas, muy buenas, pero también hay cosas que no usamos, que no utilizamos, y que están ahí, pero en la estantería de nuestro armario, ocupando un sitio precioso. ¿Por qué las mantenemos? Tampoco lo sabemos bien.

El caso es que hoy, primer domingo de Adviento, deberíamos de ir pensando en la Navidad, en estar a punto, en tener sitio en nuestro corazón, para “algo” nuevo.

Si no tenemos espacio en esas estanterías, nada nuevo podemos acoger. ¡Estamos llenos! ¿Pero, de qué? ¿Quizás, de vacío? ¿Donde están nuestras buenas obras?

¡Ay de la casa que no se limpia! Venga, pongámonos en marcha, limpiemos la casa, limpiemos el alma, quitemos esos utensilios que nos apegan a lo innecesario, y demos entrada a lo nuevo, es tiempo de adviento, es tiempo de limpieza y preparación.

¿Te imaginas un velero a la deriva, sin el patrón? Es posible que vaya a mal puerto, porque los vientos son desfavorables, y las olas de la mar, acabarían por hundirlo en las profundidades.

¡Pongamos en nuestra alma a Cristo, verdadero Patrón! Y digamos como la Virgen María, ¡SÍ! Dejemos nacer al niño, con su debilidad y fortaleza, en nuestro corazón.

¿Quién al ver llorar a un niño no siente compasión? Ésta debilidad hace nacer el amor, la fortaleza del amor que todo lo puede. ¡Por amor somos capaces de cambiar el mundo!

Dios me quiere, te quiere. Hagamos sitio en la estantería, es lo mejor, ahora que es tiempo, tiempo de Adviento.

¡Feliz tiempo!

¿Y tú qué opinas?



3 comentarios:

  1. Anónimo29/11/07

    Es cierto que deberíamos irnos preparando para la Navidad, pero de forma diferente a como lo hace la sociedad actual. Por más que todos los años nos quejamos del consumismo que invade nuestras atolondradas vidas (casi siempre sin motivos) volvemos a caer en la tentación de relacionar estas fiestas con la juerga y los regalos. Mientras tanto somos capaces de pasar de largo ante gente necesitada, de cambiar de canal cuando vemos el autentico significado de la palabra hambre y de muchas mas cosas que hieren nuestras débiles conciencias. De cualquier forma no quiero caer en el error de solo inculparnos a los fieles o al pueblo cristiano en general. Y lo digo así porque sabes bien, querido amigo Tono, que tengo conceptos muy diferentes de religión y de Iglesia. Yo tengo mi fé, fuerte en ocasiones y dubitativa en otras (supongo que como alguna vez le habrá pasado a todo el mundo) y he estado a punto de irme al otro barrio por socorrer y ayudar a los demás: esa es mi religión y me hierve la sangre cuando veo a alguien que precisa ayuda y todo el mundo mira hacia el otro lado. La iglesia, como los médicos, como los fontaneros... tiene sus lagunas y sus soberbias. Su poder político es ilimitado, su economía fuerte y hasta grandes Papas han sido victimas de las dudas de fé. No dudes en ningún momento de mi cristianadad, de mi aceptable grado de fé ni de mi enorme amistad hacia tí y los tuyos. De lo de molestarme mejor ni hablamos... por favor! Si no te he contestado o no he abierto algun archivo de los enviados por tí ha sido por mi querido antivirus que me bloquea mogollon de ficheros. Si ni siquiera he visto los chistes de médicos!! Mejor me los cuentas, querido amigo. Un abrazo a todos.
    Jose Luis

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  2. Anónimo2/12/07

    Gracias José Luis, no dudo de nada de lo tuyo, porque soy un admirador de tu honestidad, como en tantas ocasiones hemos disfrutado dando a los demas.
    Se lo de tu amistad, y es reciproca. Gracias, mi buen amigo.
    Antonio.

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  3. Anónimo3/12/07

    Con este libro se vive la Navidad de una forma muy diferente a la que se vive en la mayoria de las casas hoy en día. Gracias

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