23/1/11

La actitud

3ª T. Ordinario
23 de enero, 2011


Cuánta importancia tiene nuestra actitud en la vida, frente al tema que quieras escoger. De ella van a depender unas buenas o malas relaciones, por ella vamos a colgar unas etiquetas, que van a quedar pegadas posiblemente de por vida, pero lo peor del caso no es ya tan solo este error, sino la influencia que vamos a causar en terceras personas, frente a ésta. En definitiva, por mucho de estos errores nuestros alguien puede quedar marcado al fuego, para siempre, en el peor de los casos.

En otros, nos encontramos con personas que de repente nos sorprenden diciéndonos: “a mi me gusta este... cantante”, y el otro nos mira y dice: “jamás me imaginaba que esto fuera posible. Creía que eras de las personas a las que eso no les puede ocurrir, o sea, si das una determinada imagen, no es comprensible que te pueda gustar tal o cual. Es nuestra actitud, la que está enjuiciando al prójimo, incluso sobre el gusto que debe tener.

¡Y siempre lo paga, quién menos debe!

Del evangelio de hoy, domingo, me llama la atención esa frase: “entonces comenzó Jesús a predicar diciendo: convertíos...” O lo que es lo mismo, cambiad de actitud, porque la que lleváis no es buena, todos necesitamos cambiar algo en nuestra vida, porque todos, absolutamente todos, metemos la pata más veces de lo que nos pensamos, y es bueno que lo sepamos, por eso la actitud de querer cambiar, la actitud de querer ayudar a los demás es tan importante ya que de lo contrario, nunca podremos comenzar a predicar, con pequeños gestos, santiguándonos al subir a un medio de transporte, para que todo vaya bien, tanto para nosotros como para los que nos acompañan en este viaje. Predicar, al bendecir los alimentos antes de cada comida. Predicar dando las gracias por todo. Predicar con nuestras buenas obras. Predicar, en definitiva, con el buen ejemplo. Hay ocasiones que sin decir nada de Dios, por un simple gesto, otros nos miran... Y quién sabe lo que a partir de ahí pueda ocurrir.

Recemos juntos por nuestra conversión y la de todos los hombres.

No hay comentarios:

Publicar un comentario