6/2/08

Miércoles de Ceniza

¡Convertios y creed el Evangelio!

Mi amigo Eduardo es pastor, y cuando va por esos montes conduciendo a su gran rebaño, en los días que hace frío, enciende un buen fuego, para calentarse mientras come. No hace muchos días me preguntaba, que ¿por qué era eso de la ceniza, y por qué te la ponían en la cabeza?

Le respondí como pude, haciéndole una comparación entre la grandeza de la leña que él quemaba para mantener su temperatura, y como luego, tan sólo quedaba la ceniza, algo insignificante. Para recordarnos que somos muy poco, y que tenemos que reconocer nuestra humildad ante nuestro Creador y pues nosotros mismos, algún día seremos cenizas.. Es el signo, el gesto de que comienza la Cuaresma. ¡Hoy ha comenzado!

Exacto, los cuarenta días que dura, como la cuarentena, a la que él había tenido que someter a sus animales de vez en cuando, como purificación. Por eso empieza en miércoles y finaliza el domingo de Ramos. Cuarenta días , cuarenta días de desierto, los cuarenta días que Jesús estuvo en el desierto, sufriendo las tentaciones, y justo antes de comenzar su vida pública. La oportunidad de convertirnos, de cambiar.

“Nadie, pues, puede entrar en la casa del fuerte y saquear sus bienes, si antes no ata al fuerte; entonces podrá saquear su casa” (San Marcos)

Nosotros mismos, nos vamos dejando atar por tentaciones cada vez mas fuertes, la conversión consiste en no permitir que nos liguen con lazos de muerte, no dejarnos hacer prisioneros, y de este modo, no podrán saquear nuestra casa, casa del Espíritu Santo.

¿Cómo podemos vencer? Vaciándonos de lo que nos apega, siendo nuestras armas: la oración, la penitencia y la limosna. Armas poderosísimas, pero al parecer, por los frutos que vemos, dan la impresión de que las utilizamos poco. Muy poco.

La Cuaresma sólo la podemos vivir desde la oración, en el encuentro con el Padre, la conversión es un camino de salvación, de nuestra salvación como hombres, y la liturgia de las celebraciones de la Iglesia nos van “guiando” - sólo si nos dejamos – a la noche de la Victoria, a la noche de la Pascua. Por eso la gran fiesta de la Vigilia Pascual, se inicia con el rito del fuego. Ese fuego que nos enciende, que nos transforma y proporciona calor, como a Eduardo en los días oscuros y fríos.

Si me lo permites, creo obligatorio, re-leer el Libro de Jonás, y por supuesto la parábola del hijo prodigo de San Lucas (Lc 15, 11-24) Leerlos, en oración, sin prisas y con entrega.

¿Cómo vives tu la Cuaresma? ¿La crees necesaria?

2 comentarios:

  1. Anónimo8/2/08

    Creo que la cuaresma en si, es ya un regalo, porque me da fuerzas, para seguir creyendo hoy, aunque sea pobremente.

    ResponderEliminar
  2. Anónimo11/2/08

    En mi pueblo, se blanquean las casas para las fiestas, se hace una limpieza general y a fondo, hasta el último rincón de la casa, etc.
    a ésto comparo yo la cuaresma en mi alma y en mi cuerpo, en limpiar hasta el último rincón sacando brillo a los propósitos de vida,para recibir dignamente, en la nada que soy,la PASCUA de mi Señor, el regalo inmerecido de su misericordia infinita.
    Os deseo a todos una fructífera Cuaresma.

    ResponderEliminar