25/1/09

Regalo de Amor

Hoy los acontecimientos son un poco desoladores, las noticias rompen el corazón más sano, todo parece indicar que la escalada del mal, que la locura se ha apoderado de algunos hombres, y quizás por ello podamos pensar, sentir, que el mundo esté en su final.

Algunos piensan que el fin de este mundo, para dar paso a otro mejor, está a la vuelta de la esquina. La profecía de los Mayas, las visiones del gran sicólogo Carl Yung, próxima ya la hora de su muerte. Algunos oráculos que salen de diferentes sitios, anuncios de grandes “escogidos” por Dios, que hablan del gran castigo que se avecina.

¿Sí o no? ¿Quién sabe lo que va a suceder? Ya san Agustín murió pensando que la segunda venida de Jesucristo estaba ya muy próxima. Los acontecimientos así lo indicaban, recordemos que una gran mayoría de obispos de la época se volvieron arrianos, y con ellos arrastraron a gran número de sacerdotes. También san Vicente Ferrer estaba convencido de que esto iba a ocurrir muy pronto. Incluso los mismos apóstoles, luchaban pensando que ellos iban a volver a ver a Jesús en esta segunda venida. Al comprobar todos, los unos y los otros, que esto no ocurría, empezaron a escribir el Evangelio para dejar constancia a todos nosotros, “éste es el discípulo que da testimonio de estas cosas y lo ha escrito”. Y prosigue ya al final: “Quedan muchas otras cosas que hizo Jesús. Si quisieras escribirlas una por una, los libros escritos no cabrían en el mundo”. Éste es el final del cuarto evangelio, el de san Juan, quien también estaba seguro de que la venida sería eminente. Pero fue pasando el tiempo.

Jesús nos pide que tengamos fe en Él, no como si de un milagrero se tratara, uno que actúa en un teatro o en televisión. Él nos pide la confianza, que nos fiemos de Él. Que seamos verdaderos amigos. Y éste es el camino, creer en Él, y vivir como Él nos enseña.

Ruego que me perdonéis, me gustaría saber ¿dónde se dice que hay que hablar del mal continuamente?

Hablando tanto del mal, ¿no estaremos dándole más “fuerza” al mal? Con tanto castigo, y tantas desgracias que van a ocurrir... ¿no estaremos apoyando al mal sin darnos cuenta?

Es decir, ¿es buena tanta destrucción, o por el contrario es mala? Y, ¿del mal, puede venir algún bien?

Disculpadme todo, pero creo que deberíamos hacer todo lo contrario, dar fuerzas al Bien, porque segur estoy de que del Bien no viene ningún mal. Del Bien, sólo se genera bien, cariño, esperanza, ilusión. O sea, si la segunda venida es tan evidente, dejémosla venir, y que nos coja comulgados, pero vivamos de cara al Amor, que eso sí es bien, y no demos nada al mal, ignorémoslo.

¿Cómo dar fuerzas al bien?

Desde la belleza interior, desde la oración, haciendo no sacrificios, sino regalos de amor a nuestra Madre la Virgen María, y ella, junto con su esposo san José, irá procurando el triunfo de su Inmaculado Corazón desde la misericordia. Con ella, todos caminaremos hacia su Hijo Jesús, Dios Todopoderoso, que sólo desea, desde nuestra libertad, el bien para todos nosotros, para todos los pueblos del mundo.

Actuemos para el bien, vivamos para el bien, recemos para el bien.

De otra cosa estoy convencido, el mal siempre mete mucho ruido, además de embustero es escandaloso, pero sin embargo hay más bien que mal. Y jamás el mal podrá con el bien.

Seamos una única Iglesia en Cristo Jesús, y hagamos el bien.

San Pablo nos recordará: “No devolváis mal por mal, sino siempre bien”. Y esto, ¿no es lo mismo que estoy diciendo? ¿O parecido? En otra carta nos dirá: “No nos cansemos de hacer el bien siempre”.

No ayudemos sin darnos cuenta al mal. Hagamos regalos de amor, que eso siempre es bien. Pensemos en nuestros semejantes como si de nosotros mismos se tratara, y así proclamemos el Evangelio de Dios.

Un buen deseo, ya es un regalo de Amor.

3 comentarios:

  1. Anónimo24/1/09

    Jesús viene todos los días y a todas horas , y efectivamente estoy de acuerdo en que hay que promocionar el bíen para que se multiplique,a través de las noticias, los testimonios, las vivencias.seguro que hay muy buenas noticias que no se comentan porque no venden,y no entiendo porqué.

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  2. Anónimo26/1/09

    Tono:
    Eres mi mejor medicina para levantarme la moral. Me ha encantado esta reflexión.

    Un besos

    María

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  3. Anónimo2/2/09

    Veo el comentario muy oportuno y acertado. Me ha gustado mucho la reflexión. La verdad que yo pienso que vamos a tiempos un poco difíciles en algunos aspectos. Pero Él siempre estará ahí para ayudarnos. No entendemos un tiempo sin la ayuda del Señor, pero más vale malos tiempos con Él a nuestro lado que tiempos normalitos sin su presencia, si es que esto fuera posible.
    Un abrazo.

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