3/3/13

LO IMPORTANTE ES SER

El hombre es importante por lo que es, no por lo que tiene. Vemos llorar con amargura a todos por igual cuando la desgracia los golpea. El que es y el que tiene, como digo, parecen juntarse, unirse en el sufrimiento. ¿Qué te pasa, por qué estás aquí? Y el otro responde, pero acaba diciendo lo mismo, y tú, ¿Por qué estás en la salita del hospital, a quién tienes dentro? Ambos sienten del mismo modo, “es mi hijo”, “es mi padre”, y se debaten entre la vida y la muerte.

La felicidad nos la da el ser, el tener se puede acabar, y de hecho, cuando ya lo tienes, ¿qué hacer ahora? Hay que pensar en algo nuevo para tener. Pero al mismo tiempo qué triste es cuando te falta lo sustancial.

Por eso el Espíritu empujó a Jesús al desierto, donde no se puede tener nada, donde todo equipaje acaba siendo pesado y molesto. En el desierto, que es una imagen, más que una pura realidad, en lo hondo de cada uno, lo que cuenta es lo que soy, no lo que tengo.

Lo que cuenta es un buen marido, una buena mujer, y unos hijos que escuchen a sus padres.

En el desierto tengo que aprender que gracias a las tentaciones, a los dolores, a las privaciones, subo en mi yo personal-espiritual, puedo unirme más a Cristo, y si Él quiere, me irá dando más gracia para seguirlo.

Dios mismo, Jesús, nos enseña con su ejemplo a vivir entre alimañas, pero confiando en que los mismos ángeles nos servirán.

Dios le dijo a Noé, y a sus hijos, o sea, a todos nosotros, a los que ahora viven en la tierra, que hacía un pacto con nosotros, para ayudarnos y acompañarnos en todo momento.

Y hoy proclamamos: “Se ha cumplido el plazo”, hay que actuar, no sirven las medias tintas, ser católico sin un compromiso creo que es ser muy poco. Ser cristiano, eludiendo la responsabilidad que libremente tenemos, quizás nos hace ser “no-cristianos”. Hay que vivir de verdad, dando ejemplo, porque el Reino ya está aquí, y toca convertirse, arrepentirse de todo lo que no me gusta de lo que he hecho y pensado. Hay que vivir el Evangelio, y ¿quién es el Evangelio?, ni más, ¡ni menos!, que Jesucristo.

Se ha cumplido el plazo, ha llegado el momento de actuar desde el corazón, creyendo que todos los que vivimos ahora en la tierra somos hermanos, y quien esté libre de toda culpa-pecado, que tire la primera piedra.

Gracias, Señor Jesús, por tu Gloria.

1 comentario:

  1. Anónimo3/3/13

    "Auméntanos la fe", pedían los apóstoles a Jesús.La fe, sí, la fe que sale del corazón. Petición acompañada de amor sincero. Sólo entonces,veremos resultados eficaces, maravillosos.
    No nos crucemos de brazos.No hay tiempo que perder. Ha sonado la hora.Mientras vivimos en la tierra, hagamos buen uso del tesoro cristiano que la Iglesia puso en nuestras manos el día que fuimos bautizados "en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo".

    Ésta es nuestra gran fortaleza: creer en la Palabra de Dios. Unirnos a su divina voluntad que espera pacientemente nuestra respuesta filial: 'Padre, hágase tu voluntad...' A partir de esta respuesta, comienza nuestro cambio-conversión, necesario para construir un mundo nuevo donde reine el amor fraterno,la justicia y la paz.

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