5/2/12

¡Qué bien se está contigo. señor Jesús!

¡Qué bien se está aquí contigo, Señor!

En una travesía fenomenal por los Pirineos, iba marchando un grupo de amigos, dispuestos a subir el monte Aneto por una de sus caras, la que casi todos hemos usado, y hacia el final de la ascensión, hay que subir una pared de piedra, a no ser que te vayas a dar un gran rodeo. No hay problema, puesto que unos escalones de hierro en forma de U, forman una escalera por donde subir. Por ahí se adelanta muchísimo. El único problema es el vértigo, ya que la pared tiene una buena altura, de piedra negra, con mucho componente de granito, ciertamente un mineral muy duro.

¿Qué hacemos ahora?

Igual que en nuestra vida. Cuántas veces se nos complica, por una simple discusión, por no querer perder la razón, o por un problema mayor, de más gravedad, como la muerte de ese hermano que durmiendo respiró un gas venenoso. Así como suena, en la vida se nos cruzan problemillas y problemas muy gordos; es la vida, el ir caminando hacía la Jerusalén Gloriosa.

¿Cómo poder soportar? ¿Cómo resistir todo esto? ¿Cómo gozar de tu gloria, Señor, aquí y ahora?

Si respondo yo, sólo puedo decir que con la oración, estando en oración, y la gracia de vivir ese momento se nos dará, pudiendo decir como Cefas (Pedro), ¡Qué bien se está aquí Señor!

Y Cefas es piedra, como la piedra negra granítica, como la piedra negra volcánica del Lago Tiberiades. Por eso le dijo a Pedro, sobre esta Piedra (Cefas) edificaré mi Iglesia. Jesús funda la Iglesia en Pedro, y no es una casualidad por tanto que Pedro dijera lo ya conocido de qué bien se está aquí. ¡Por supuesto Pedro hace esta afirmación en el monte Tabor! Cerca de Nazaret, pero ya de camino, el que ellos usaban, hacia Jerusalén.

¿Cómo subir al monte Tabor ahora, aquí?

Más de lo mismo. Si respondo yo, sólo se puede con la oración, la cual del mismo modo, es ya una gracia. Entrando sin prisas en la Capilla del Señor, y allí, con Él, hacer oración. Si puedes escoge una capilla donde esté el Señor Expuesto, como la de mis Hermanas Clarisas, en la calle Puridad de Valencia.

Y estando en oración repasamos la ley, los profetas y llegamos a la plenitud, por medio de Nuestro Señor Jesús, y Él nos enseña con su Palabra y su ejemplo, con sus dichos y hechos, con verdadera autoridad, verdadero Evangelio, nos marca el camino, y nos da fuerzas para seguir. Para que esas dificultades, cuando lleguen, no sean un freno, ya que siempre nos da de más para poder aguantar, pero en el momento justo, no antes. Para ello necesitamos confiar plenamente en Él, en su providencia de Papá, ese Papá que tanto nos ama. No hagamos previsiones, sino dejémonos en sus brazos. En el momento justo.

Y siempre desde la oración. Sin ella, nada de nada.

¿Cómo vas de oración? ¿Cómo vas de Paz?

1 comentario:

  1. Anónimo5/2/12

    Creo que la oración es la llave para abrir el tesoro donde está el"calmante" que da Vida, con mayúscula, para afrontar los males, particularmente los del alma.Por ejemplo,la tristeza, la desconfianza,la indiferencia,la incredulidad... Si nos detenemos a pensar un poco, descubrimos que, enel fondo, siempre existe alguna falta de amor al prójimo. No deberíamos olvidar que amar al prójimo como así mismo es la prueba natural para saber si amamos a Dios de veras.
    Benedicto XVI titula su 1ª encíclica:"Dios es amor". Jesús,antes de morir en la cruz por todos, en día antes, cenando en la pascua judia con sus discípulos, se despide de ellos y les deja, nos deja, un Mandato Nuevo: Que nos amemos unos a otros como él nos ha amado".
    En la oración, la comunicación más necesaria y eficaz para conocer el camino que conduce a la paz, vamos llenándonos de la Paz que Jesús deja a sus discípulos 3 días después de su muerte:"LA PAZ OS DEJO, mi Paz os doy, no como el mundo la da".
    Por ello, ¿queremos saber cómo va la oración en nuestra vida? La respuesta nos vendrá de nuestra misma conciencia.

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