13/1/13

EL BAUTISMO DE JESÚS

El bautismo de Jesús

Hoy celebramos en todo el mundo católico, el bautismo de Jesús, y todos sabemos perfectamente que fue en el río jordán y cómo san Juan el Bautista, le dice aquello de: “yo tendría que ser bautizado por ti”

Es lo normal, cualquiera de nosotros, lo pensamos exactamente del mismo modo, y en más de una ocasión, nos planteamos, ¿por qué Jesús se bautiza? ¿Acaso no estaba en gracia? Yo respondo a mi pregunta tal y como te lo voy a contar, y ojalá sepa hacerlo bien.

Recuerda aquellos pasajes de la salida de Egipto, la liberación de los judíos, y cómo Moisés encabezaba la marcha de todo aquel pueblo, que a partir de entonces se llamó y se llama el pueblo judío, el pueblo de Dios. Pero, ¿en realidad el que encabezaba era Moisés? ¿No es cierto que de día la nube los guiaba y de noche la columna de fuego? ¿No es igual de cierto que Dios le hablaba a Moisés desde esa nube? Sé que recuerdas todo esto, pero permíteme que te recomiende de nuevo estas lecturas en el Antiguo Testamento.

Bueno que me despisto, ¿por qué Jesús baja a bautizarse? Para mí es muy sencillo, Jesús es el que guía al nuevo pueblo de Israel, que ahora ya no se llama así, ahora somos el pueblo Cristiano, los seguidores de Cristo, en él todos tenemos nuestra parte. Todos cabemos, por eso Jesús se bautiza, porque Él, es nuestra “enseña” a seguir, Él es nuestra cabeza, Él es quién guía nuestra marcha, por este nuevo desierto. Él es aquella nube y aquel fuego del antiguo pueblo, Él es la plenitud de Dios revelado que nos habla, que viene por nosotros, que cura al leproso, al enfermo, al que está con una depresión de caballo, ¡sí quiero! Es siempre su respuesta, cada vez que lo llamamos, ante cualquier necesidad: ¡sí quiero!

Por eso igual que Moisés sube a la montaña y desde ella habla al pueblo, también Jesús sube a la montaña, se sienta y nos da el famoso Sermón de la Montaña, tan precioso en el evangelio de san Mateo.

Jesús ha venido a salvarnos, Jesús se hace hermano nuestro; Él nos da al Padre, y nos regala el bautismo de agua y Espíritu. Él es la cabeza, de este nuevo pueblo de cristianos. Él nos sana de todos nuestros defectos e imperfecciones. Pero nosotros hemos de poner de nuestra parte, no vale decir: “ya me sanará, así que, me quedo de brazos caídos, y hago lo que quiero”

Él nos salva, pero nosotros hemos de caminar lo nuestro, el camino lo hacemos nosotros, la diferencia está en la compañía: Cómo vas, ¿solo o acompañado?

1 comentario:

  1. Anónimo13/1/13

    EL AGUA: da vida, limpia, purifica. Jesús, dejándose bautizar por Juan, consciente de su condición humana como la nuestra, asume la fuerza del Mal que entró en el mundo cuando Adán y Eva se dejaron seducir por el Diablo.
    Cuando Jesús se dejó bautizar en el Jordán, el Espíritu de Amor se hizo presente en forma de paloma y la voz del Padre: "Este es mi Hijo Amado, mi Predilecto, escuchadle". El Primogénito del Padre, Cabeza del nuevo Pueblo de Dios, Jesús pertenece a la nueva familia de hijos adoptivos de todos los pueblos. Pueblos llamados a "escuchar" al Salvador, cuya pasión de amor hasta morir en la Cruz, confirma sus palabras:"nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos" Jn 15,13. Muriendo y resucitando al tercer día, el Hijo Primogénito lavó, perdonó nuestros pecados. Esta es la fe que nos ayuda a darle gracias y a corresponder a su amor. Pidiendo perdón de todo corazón y orando: 'Señor Jesús, en Ti confío'.

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